Fuerte expectativa por el acto recordatorio del atentado en la embajada

Cristina ya anunció que no asistirá y se desconoce cual será la actitud de los asistentes ante la presencia de funcionarios del gobierno nacional

En coincidencia con el aniversario del atentado, los familiares recordarán a las víctimas y colocarán una ofrenda floral en la plaza ubicada en la esquina de Arroyo y Suipacha, donde se encontraba la sede consular, y un sobreviviente brindará un discurso a 23 años del ataque.

En tanto, la Embajada de Israel hará su actividad hoy, debido a las elecciones presidenciales en el país gobernado actualmente por Benjamin Netanyahu.

La titular de la sede consular israelí en la Argentina, Dorit Shavit, será una de las oradoras del acto, junto a Jorge Cohen, en representación de los familiares de las víctimas, y al ministro de Agricultura y Desarrollo Rural de ese país, Yair Shamir.

Ambas actividades comenzarán a las 14.45, recordando el horario exacto en el que estalló el cochebomba que mató a 29 personas e hirió a otras 242.

El atentado a la Embajada de Israel, ocurrido el 17 de marzo de 1992, volvió a estar en el centro del escenario político luego de que la mandataria criticara al Gobierno de ese país por reclamar «por la AMIA y no reclamar por la voladura de su propia Embajada».

Asimismo, en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, Cristina Kirchner había subrayado que la investigación del ataque era competencia «específica, excluyente y exclusiva de la Corte Suprema de Justicia».

Días más tarde, el presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, había asegurado que la voladura de la sede consular israelí era «cosa juzgada»: «Hubo sentencia en el año 1999, muy anterior a la conformación de la Corte actual. Esa sentencia determinó la materialidad del hecho y la imputabilidad; quiénes eran los culpables y encontró al grupo Hezbollah».

Soledad Velázquez, sobreviviente del atentado y que ese día estaba en el colegio, relató en Vorterix: «Los vidrios vuelan todos hacia nosotros, tenía sangre porque el salón era vidriado». La joven agregó que «se siente la explosión, golpean contra los vidrios y nos caen encima. Salimos como media hora después al patio. No podíamos salir porque la puerta estaba llena de escombros».