Redacción – El desafuero de De Vido fue la última señal que la procuradora necesitaba para entender el cambio de era. Y actuó en consecuencia: negoció su salida y aflojó su situación judicial.
La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, presentó su renuncia al cargo, que hará efectiva, según lo señaló, a partir del 31 de diciembre próximo, en un texto que dirigió al presidente Mauricio Macri y en el que aseguró que su permanencia en el cargo derivaría en decisiones que afectarían «de manera sustancial la autonomía» del organismo.
«A esta altura de los acontecimientos, estoy persuadida que mi permanencia en el cargo redunda en decisiones que afectarán de manera sustancial la autonomía del Ministerio Público Fiscal», argumentó la procuradora en el texto de su renuncia, difundido este mediodía a través del portal del Ministerio Público Fiscal.
A lo largo de todo el texto Gils Carbó pretende imponer el criterio de la persecución política, aunque tanto ella como todo el Poder Judicial saben que la situación ya se había tornado in sostenible.
Aislada, desoída por sus subalternos, jaqueda judicialmente por causas de corrupción que afectan a su entorno más cercano, la jefa de los fiscales vio en las manos levantadas que dejaron solo a Julio De Vido la postal de lo que ocurriría con ella en poco tiempo.
Y se rindió. No sin antes negociar su salida con el Ministro de Justicia, quien le aseguró que el gobierno estará atento a cualquier sobreactuación de la justicia en su contra. En buen romance, que su caso no será tomado como prenda por jueces y fiscales ansiosos de limpiar su imagen ante los nuevos tiempos.
A pocos días de un programado encuentro con el Papa Francisco, la resistente funcionaria se quebró y se fue a su casa. Tal vez quienes más sientan hoy su ausencia serán Cristina Kirchner y sus más cercanos familiares y colaboradores: ya no estará uno de los principales actores en la estrategia de desviar y demorar las causas.
Y la justicia respirará un aire más puro...claro que si el gobierno nombra a alguien realmente prestigioso e independiente.
Y no cae en tentaciones conocidas.
