Gremios del transporte ya amagan con frenar servicios

Los sindicatos del transporte amenazaron con iniciar un plan de protestas luego de una reunión en la que el Gobierno declaró que no habrá  bonus  de fin de año.

Como anticipó este diario, los dirigentes del sector analizan restringir la prestación de horas extra y de tareas durante los feriados en el transporte público y en segmentos sensibles para la economía. En paralelo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) avanzó en la gestión de su propio plus navideño.

Una comitiva de nueve gremialistas del transporte se reunió ayer con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. De arranque tomaron nota de la ausencia del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuya participación estaba prevista desde la semana pasada. Lo interpretaron como un desplante que amplió el malestar de los sindicalistas: la semana pasada el propio Capitanich había alegado problemas de agenda para suspender un encuentro y pasarlo para ayer.

Los dirigentes, alineados con las versiones oficialista y opositora de la CGT, transmitieron el reclamo que habían acordado semanas atrás: que el Gobierno dispusiera al menos un alivio en Ganancias, con la exención en el pago por adicionales del salario como las horas extra o los viáticos, y que aceitara las negociaciones con los sectores empresarios por los adicionales de fin de año. En buena parte del transporte los subsidios estatales son decisivos para mantener a flote la ecuación económica.

La delegación fue encabezada por Omar Maturano, de los maquinistas de trenes de La Fraternidad y líder de UGATT, la central de trabajadores del transporte de la CGT oficialista, y por Juan Carlos Schmid, del gremio de Dragado y Balizamiento y a cargo de otra confederación de gremios de la actividad, la CATT, alineada con Hugo Moyano. También estuvieron Roberto Fernández (colectiveros, UTA), Horacio Domínguez (maquinistas navales), Enrique Maigua (señaleros), Omar Pérez (camioneros), Rubén Fernández (UPSA aeronáuticos), Alejandro Botana (pilotos) y Juan Carlos Insfrán (patrones fluviales).

Esa comitiva representó a 25 gremios (hasta hace una semana eran 30, pero se bajaron del grupo ultraoficialistas como Omar Viviani, de taxistas, y Omar Suárez, de marítimos) que este jueves en la sede de la UTA tendrán un encuentro para definir acciones a seguir. Sus referentes adelantaron que hay decisión de disponer asambleas permanentes y quites de colaboración en el transporte de pasajeros (trenes, colectivos y aviones), y en las cargas (camiones y barcos).

Sobre Ganancias, Trabajo emitió un comunicado en el que alega que «se consideró lo complejo del tema entendiendo que con su recaudación se hace una cobertura social indispensable y se subsidia otros gastos». Y respecto de los pedidos de bonus, que de acuerdo con el gremio van de $ 3.000 a $ 5.000 pesos, añade que «en ningún caso interviene ni intervendrá el ministerio», a pesar de la importancia de los subsidios públicos en sectores como los colectivos y los trenes.

Por la mañana, Capitanich y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, habían coincidido en señalar que los subsidios del Estado a la actividad están orientados a mantener a valores accesibles las tarifas y los pasajes, y no necesariamente a pagar plus de fin de año.

En tanto, Maturano descartó la posibilidad de convocar de inmediato a un paro nacional, pero abrió las puertas a acciones iniciales de intensidad creciente. En la misma línea, Schmid advirtió: «Seguramente se va a decidir alguna protesta que va afectar el normal funcionamiento de todos los servicios, ferroviarios, aéreos, marítimos y de transporte urbano».