Hace 70 años 15 mil pibes vivían los primeros Torneos Infantiles «Evita»

Por José Luis Ponsico (*)En la primera edición se inscribieron 15 mil pibes entre 10 y 12 años de edad. Todos llevados a revisión médica: corazón, pulmones, la boca.

José Luis Ponsico

Cuenta la leyenda que Juan Domingo Perón, en el 48, convenció a su compañera María Eva Duarte para la «Fundación Eva Perón», organismo que no estuviera ligado directamente al Ministerio de Bienestar Social del superior gobierno. Ayuda social.

En el impulso, hubo convocatoria al médico cirujano, especialista en Neurocirugía, Dr. Ramón Carrillo, que resultó fundamental. Para la población infantil. Un plan de salud sin precedentes.

Perón y Evita pensaron los Juegos como parte de la acción social

En la primera edición se inscribieron 15 mil pibes entre 10 y 12 años de edad. Todos llevados a revisión médica: corazón, pulmones, la boca. En el 54 con la incorporación de las niñas y adolescentes la cifra alcanzó a 220 mil inscriptos.

Entre el 49 y el 54 la experiencia médica-sanitarista sumó -se estima- unas 350 mil placas radiográficas para la niñez. Sin antecedentes por entonces. El notable galeno nacido en Santiago del Estero (Carrillo) apenas superaba los 40 años de edad.

La Argentina no pasaba de 15 millones de habitantes y «Los Evita», denominación que quedó para siempre, permitió a niños y juveniles vivir la gran aventura deportiva. Son innumerables las anécdotas de las grandes figuras del fútbol que vivieron la aventura

Ramón Carrillo puso el acento en la salud de los pibes

El primer dirigente deportivo que se acercó a la «Primera Dama» en el 48,  Valentín Suárez, luego histórico directivo de Bánfield. Activo treintañero que más tarde llegó a Interventor de la AFA. En los 50 y los 60. Primero con Juan Perón, luego con Juan Carlos Onganía

 

En la sala «Torquato Tasso», frente al Parque Lezama, el Movimiento Social del Deporte brindará homenaje a varios «sobrevivientes» de la primera edición. Ciclo «Perón y Evita en la cultura deportiva» organizado por el dirigente e historiador Víctor Lupo.

Con apoyo de Fernando Galmarini, ex titular de Deporte en los 90, el titular de la mutual Futbolistas Solidarios, Juan Carlos Guzmán, ex Chacarita, Independiente y River en los 60 y el ex lateral de San Lorenzo y Racing, Rubén «Hueso» Glaría, cercano a los citados. Los dos que ganaron en la primera edición José Yudica y Roberto Puppo evocaron con felicidad. «Eramos felices», dijo Puppo, ex Ñuls.

El propio presidente se comprometió con los Juegos desde el principio

El «Piojo» José Yudica, 84 años, puntero izquierdo de Newell´s en los 50, luego Boca, más tarde Estudiantes de La Plata, Quilmes Athletic Club; José Francisco Sanfilippo, 84, «crack» de San Lorenzo, 200 goles entre 1955-62. El popular «Nene» Sanfilippo goleador de su equipo de la zona Parque Chacabuco. Evocación a cargo del General Juan Perón en el regreso de Europa. Vuelo de Alitalia, 17 noviembre del 72.

Un recuerdo de Mario Rodríguez, goleador de Chacarita Jrs. 1959-62, luego máximo en Independiente, tres títulos en serie, AFA´ 63, bicampeón Copa Libertadores´64 y 65, poco antes de su lamentable deceso (2009) también evocó su participación en «los Evita». En Villa del Parque dos iniciados en Argentinos Jrs. Oscar Raimundo Martín y Ricardo Trigilli (fallecidos) conservaron camisetas y pantaloncitos.

Evita fue parte fundamental desde la primera edición

«Todos pibes, zona de Saavedra, llegamos tarde a la inscripción. Al borde de las lágrimas nos dicen que en cualquier oficina pública nos anotaban. Al final, nos tomaron inscripción en la Comisaría 12a. Y fuimos semifinalistas», contó el popular «Mariulo» Rodríguez que resultó figura en Chile jugando para Colo Colo a fines de los 60.

Antonio Garabal, 85, máxima gloria de Ferro Carril Oeste entre los sobrevivientes -recientemente honrado por su club y la AFA- recordó que «Todos los equipos recibían juego de camisetas, zapatillas, pelotas número 5, de cuero. Una fiesta para niños», suscribió Garabal que jugó en la selección nacional en el´56 y enseguida viajó a Madrid. Adquirido por el Atlético Madrid a Ferro en enero del 57

En el otoño del 92 el gobernador bonaerense Eduardo Alberto Duhalde convocó a Carlos Bilardo para apadrinar los Torneos Juveniles Bonaerenses. Una réplica «de los Evita» del 49 al 55. En un viaje a La Plata con el autor de éstas líneas el popular «Narigón» evocó su paso por «los Evita»

La marcha que sonó en los primeros Juegos Evita

«Pudo ser la edición del 50, ahí tendría doce años. Una fiesta deportiva de la niñez» empezó diciendo Bilardo en su Renault Fuego, modelo 88. «Hasta recuerdo el Himno Infantil -añadió el DT campeón del mundo México 86- al tiempo que recitaba: «A Evita le debemos gratitud. A Evita le debemos nuestro amor. Cumplimos ideales, cumplimos la Misión, la Argentina de Evita y de Perón», recordó

 

Luego el cronista hizo el repaso. Música de Rodolfo Sciammarella y letra de Carlos Artagnan Petit, con el tiempo empresario teatral, cuando el himno continuaba: «Saldremos a la cancha con un feliz cantar. Saldremos a la cancha con ansias de triunfar», seguía. «Seremos deportistas de todo corazón para formar la nueva y gran generación» en el repaso peronista de los años felices.

Diego: figura de los Evita como antes otros grandes del deporte

Otros consagrados evocaron los Torneos Infantiles «Evita» que fueron honrados por Decreto del 14 de enero del 49, extendido a la Fundación «Eva Perón» creada en el 48. María Eva Duarte asistida por Valentín Suárez tuvo el apoyo para la «arquitectura» de los Juegos al periodista Emilio Rubio, jefe de Deportes del diario «Noticias Gráficas» y el célebre relator Eduardo «Lalo» Pelliciari.

 

El Senado de la Nación en la última semana de este mes también honrará a los participantes de «los Evita». En las seis ediciones que fueron repasadas aparece una treintena de apellidos celebrados en los 50 y 60. Del repaso, Martín Esteban Pando, Humberto Maschio, Alberto Rendo, Silvio Marzolini,  Federico Sacchi, Manuel Murúa, Luis Maidana, Heriberto Righi, Carlos Arredondo y Jorge Mansuetto, entre otros.

Los sabios suelen reflexionar sobre los sueños: «Aquellas cosas que no siempre se realizan», dicen. En la Argentina, década del 50, hubo una fiesta para pibes, miles, en el pensamiento de «la Nación soñada». Un país, aquél, sin pobres ni desempleo. Con una población infantil que vivía la competencia deportiva con felicidad. Otros tiempos.

(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión y Mundo Amateur