En el mundo entero se hace hoy un alto para reflexionar acerca de esta pandemia en la que se ha avanzado tanto como tanto falta por hacer.
Cada 1 de diciembre, Día Mundial del SIDA, personas de todo el mundo aúnan esfuerzos para generar una mayor conciencia de lo que supone el VIH/SIDA y mostrar solidaridad internacional ante la pandemia. Este evento brinda a todos los copartícipes, tanto públicos como privados, una de las más oportunidades más claras para dar a conocer la situación e impulsar avances en materia de prevención, tratamiento y atención a los afectados en los países con elevada prevalencia y también en el resto del mundo.
Según las cifras de 2008 publicadas por la OMS, hay actualmente 33,4 millones de afectados por el VIH. Se estima que este año resultaron infectadas por el virus 2,7 millones de personas, y que 2 millones murieron de SIDA. El África subsahariana continúa siendo la región más afectada por el VIH. En 2008, dicha región tenía el 67% de las infecciones por VIH a nivel mundial, 68% de los nuevos casos en los adultos y el 91% de las nuevas infecciones en los niños.
La OMS pretende que para 2030 el VIH pueda ser retirado del mapa de las epidemis. Para ello será necesario que el 90% de los infectados se encuentren detectados, que el 90% de estos esté bajo tratamiento y que el 90% haya logrado que el virus no sea detectable en el organismo.
Difícil pero no imposible. La humanidad, aún con errores, trabaja en el sentido correcto.