India, un gigante durmiente en lo futbolístico, por fin ha despertado y lo hace con todo. El torneo se apoya en empresas poderosas y figuras como Del Piero, Trezeguet, Ljungberg o Anelka
India, un gigante durmiente en lo futbolístico, por fin ha despertado. “Aquí se está liando una muy gorda”, señala desde las calles de Calcuta el delantero Jofre Mateu, criado en la escuela del Barcelona, sumergido ahora en un exótico proyecto que cobró forma el pasado domingo, cuando el Atlético de Kolkata y el Mumbai City FC (3-0) subieron el telón de la Superliga India ante los 120.000 espectadores que se congregaron en un estadio localizado a las afueras de la capital. El torneo, cincelado a golpe de talonario en un país en el que manda el críquet, pondrá en liza en formato sprint, durante los próximos tres meses, a las ocho franquicias que se medirán en un espectáculo más propio de Bollywood que de un campeonato al uso, diseñado por y para el show.
“El choque cultural es grandísimo, desde la comida, súper picante la pidas como la pidas, hasta el tráfico. Y en los entrenamientos, por la humedad y el calor, te asfixias”, describe Jofre, al que después de desfilar por La Masia, el Espanyol, Vallecas o Girona, en última instancia, le picó el gusanillo y aceptó la suculenta oferta asiática para vivir una última aventura y poner el broche a su carrera. “Quería una experiencia no tanto en lo profesional como en lo personal”, concreta el futbolista. Él, junto a los otros 11 jugadores españoles, entre los que figuran Luis García (Barcelona y Atlético, entre otros), Borja Fernández (Real Madrid, Valladolid y Getafe), Josemi (Liverpool y Villarreal) o Capdevila (Espanyol y Deportivo, campeón europeo y mundial con España), formarán parte de un conglomerado que aumenta exponencialmente y cuyo nacimiento responde a una cuestión de mercado.
En India, la selección 158 en el ranking de la FIFA, el fútbol era hasta hace poco un entretenimiento residual. Entonces, ¿por qué India? Con 1.252 millones de habitantes –sólo es superado por China, que tiene 1.357–, el volumen demográfico del país asiático es un pastel demasiado jugoso como para resistir al bocado futbolístico. Así lo pensó la Federación, que en 2010 alcanzó un doble acuerdo con dos colosos de los números y la facturación: IMG (International Management Group), empresa dedicada a la gestión de medios de comunicación y derechos comerciales de eventos deportivos a nivel internacional, con matriz en Nueva York, y Reliance, un holding indio dedicado al negocio textil y petroquímico, presidido por el hombre más rico del país –el 22º del mundo en 2013, según la revista Forbes–, Mukesh Ambani.
También están detrás los tentáculos del magnate Rupert Murdoch. Star Sports, servicio de televisión por cable integrado en News Corporation, propiedad del multimillonario australiano, emitirá todos los partidos en alta definición. Un estudio de la medidora de audiencias india TAM Media Research reveló que los partidos de fútbol emitidos en televisión en 2012 acumularon 155 millones de televidentes, 21 menos que el críquet pero casi el doble de la audiencia en 2008 (83 millones).
“Han detectado que ahora había filón. Aquí a la gente le encanta los partidos de la Premier League inglesa”, matiza Jofre. “También influyen los horarios. Se pueden ver mejor los partidos a las tres de la tarde que los que hay en España”, agrega Luis García, uno de los ocho maxiplayers (estrellas) del campeonato, en el que exhibirán retazos de su calidad viejas glorias como Del Piero y Trezeguet (ex del Juventus), Anelka (Real Madrid y Chelsea), Pirès (Arsenal y Villarreal), Ljungberg (Arsenal) o Elano (Santos y City). Y en los banquillos, algunos nombres rimbombantes como los de Materazzi (ex del Inter de Milán), David James (Liverpool) o Zico (leyenda brasileña del Flamengo). Su salario va de los 700.000 al millón de euros.
Para su confección, la Superliga siguió los parámetros estadounidenses. Inspirada en la Major League Soccer (la Liga de EE UU), se apoya en las ocho franquicias (Atlético de Kolkata, Chennaiyin, Delhi Dynamos, FC Goa, Kerala Blasters, Mumbai City, NorthEast United y Pune City), adquiridas por más de 15 millones de euros cada una. Como propietarios de los equipos, desde estrellas de Bollywood como Salman Khan, John Abraham o Ranbir Kapoor hasta clubes europeos. La Fiorentina ostenta el 15% del accionariado del Pune City y el Atlético de Madrid da nombre y sus colores rojiblancos al conjunto de Calcuta a cambio de un 25%.
“Falta cultura táctica. Aquí pasan de jugar en la calle a la universidad, que es el fútbol profesional. No tienen un fútbol base adecuado”, señaló el técnico Antonio López a la web del club hace unas semanas, mientras preparaba a su equipo en los campos de Los Ángeles de San Rafael (Segovia) durante la pretemporada. Él, como el resto de los entrenadores, tuvo que moldear su grupo desde cero, después del draft en el que las franquicias eligieron a los 14 futbolistas indios que componen cada plantilla, rematadas por ocho foráneos. “Hay niveles. Pero, como todo, se toman el fútbol con demasiada calma. En este país, muchas veces por una cuestión de cortesía, se lleva esa frase de is coming, is coming (está en curso), pero siempre a su ritmo…”, indica Jofre.
Por delante, 61 partidos repartidos en 70 días. Una fase regular en la que los equipos se medirán todos contra todos en dos rondas; después, los cuatro primeros se jugarán el cetro en los playoffs.
Luces, cámara y acción. Ahora, Bollywood proyecta fútbol.