INFORME ESPECIAL: La politiquería y la desidia tras las inundaciones

El Gobierno nacional desvió parte del fondo hídrico para instalar stands en Tecnópolis y para las represas en Santa Cruz, mientras una parte importante sigue sin utilizarse.


En los primeros años del gobierno kirchnerista se hicieron avances muy interesantes y se trabajó muy bien en la cuenca baja, pero después del 2007-2008, tras la asunción de Cristina, se produce una modificación en la ley que creaba el impuesto específico y ya no se trabaja más en el saneamiento  rural sino que se mete el tema de los saneamientos tan solo para el conurbano, centro neurálgico del voto peronista.

Lo peor del caso es en los últimos años no sólo que las obras se detuvieron sino que los fondos empezaron a desviarse para otros objetivos totalmente diferentes. En el semestre de este año se mandaron 950 millones de pesos para las represas de Santa Cruz, siendo que eran para terminar el masterplan de la cuenca del Salado.

El abandono en la provincia de Buenos Aires

En 2011 sus fondos fueron utilizados por el gobierno nacional para costear stands de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y de las universidades de Tres de Febrero y San Martín en Tecnópolis.

En el primer semestre de 2015 el Fondo Fiduciario de Infraestructura Hídrica originó recursos por $2856 millones; de los cuales -de acuerdo a UCOFIN, organismo encargado de administrarlo que depende del Ministerio de Economía- sólo se destinaron $452 millones a las provincias y municipios para abonar obras en curso, mientras que otros $250 millones fueron asignados al Plan de Control de Inundaciones.

Todos, menos el gobernador Daniel Scioli se preguntan ahora dónde se encuentran los $1207 millones que deberían utilizarse para mitigar este problema y que aún no fueron asignados.

Más allá de su criticado viaje a Italia en el medio del drama que viven los bonaerenses, lo que se señala del mandatario provincial es su sumisión al gobierno nacional y su silencio frente al uso partidario de los fondos que deberían ser utilizados para evitar a los habitantes de su distrito vivir un drama que ahora se repite año a año.

En 2013 el Gobierno había destinado el 95% del Fondo de Infraestructura Hídrica para la provincia a sólo cuatro distritos del Conurbano -Tres de Febrero, Merlo, Quilmes y Lanús-, relegando a los inundados municipios del interior bonaerense. De un total de 200 millones destinados a Buenos Aires, casi la mitad habían ido sólo al municipio que gobierna Hugo Curto.

En los primeros nueve meses de 2014, el Ministerio de Economía retenía algo más de 780 millones del Fondo Hídrico -que se recauda con impuesto a las naftas y GNC.

Los fondos que sí se habían asignado eran destinados a obras en curso y a ninguna obra nueva.