INFORME ESPECIAL: Los negocios que crecen en torno a Granados

Uniformes , insignias, armas y municiones -todo teóricamente perteneciente a la policía provincial- son comercializados o utilizados en delitos y licitaciones millonarias.

Un taller textil clandestino, en el que se confeccionaban prendas similares a las usadas por la Policía bonaerense fue desarticulado, tras un allanamiento realizado en una casa, ubicada en la localidad de José C. Paz, donde además secuestraron 40 kilos de marihuana, un fusil de asalto, armas y chalecos antibalas.
El operativo fue llevado a cabo por efectivos de la DDI San Isidro, con el apoyo del Grupo Halcón, GAD y el Cuerpo de Infantería, en el marco de una investigación por el crimen de un robo, durante un asalto ocurrido el pasado 29 de enero y por el que se detuvo a cinco sujetos.

También en el allanamiento se incautaron varias armas de fuego, entre ellas un fusil de asalto, un chaleco antibala, municiones, maquinas textiles y prendas, ya confeccionados, muchas de ellas similares a las que usan las fuerzas de seguridad, como pantalones, camisas, sacos y tricotas.

Sin embargo el tema comienza a derivar en algo mucho más grave: una denuncia que se investiga por estas horas sostiene que el taller es parte de una organización que contrataría servicios similares en unos 60 establecimientos de la CABA y el Gran Buenos Aires y que proveería de uniformes al Ministerio de Seguridad de la provincia con ganancias que oscilarían en más de un 50% del valor que figura en las órdenes de compra.

Dicha organización estaría integrada por funcionarios de la propia administración y sus manejos no serían desconocidos por el propio titular del área, el ministro Alejandro Granados, ya que sus organizadores fueron reclutados entre punteros políticos del municipio de Ezeiza.

Más allá de la gravedad del hecho, se sospecha que efectivamente algunos de los uniformes truchos son también comercializados a bandas de delincuentes que llevan adelante asaltos y hasta secuestros extorsivos vistiendo la ropa de la fuerza.

Sólo en 2014 el monto de los sobreprecios aplicados habría superado los $ 14 millones.

 

La punta del iceberg

En toda la provincia de Buenos Aires, los efectivos dan cuenta de irregulares situaciones que generan sorpresa entre los ciudadanos. Cuando un efectivo egresa de la escuela de policías, recibe un equipo conformado por una camisa, un pantalón bombacha, borceguíes, portacargador, pistolera, y un arma, que deberán luego reponer con su propio sueldo.

No forman parte de los elementos entregados, por ejemplo, las esposas o los guantes antipinchaduras, elementos que reclaman los efectivos. Estos sí pueden ser comprados en algunos comercios habilitados para este fin, y donde los integrantes de la fuerza pueden acceder a cuotas que son descontadas del sueldo. Alcatraz, La Casa del Policía o Rolón, algunos de los locales que ofrecen estas facilidades.

Los chalecos antibalas, indispensables para salvaguardar la vida de los efectivos, también quedaron en el centro de la polémica. Mientras los policías aseguran que los mismos son deficientes o están vencidos, desde el Ministerio de Granados aseguran que la cartera tiene los suficientes para proveer a todos los integrantes de la fuerza. Los efectivos aseguran que no se los envían y muchos optan por adquirirlos por sus propios medios para proteger su vida.

LaNoticia1.com se comunicó con una de las casas anteriormente mencionadas para conocer las condiciones para poder acceder a las comodidades de pago ofertadas. Las casas aceptan tarjetas de crédito y débito, además de por supuesto, el pago al contado, para todos los clientes. Si los integrantes de la fuerza quieren que las cuotas sean debitadas directamente desde los sueldos, entonces deben llevar personalmente al local el comprobante de los 10 últimos movimientos de la cuenta y el último recibo de sueldo.

En los locales se pueden encontrar numerosos artículos, no así la placa que va «dentro» del chaleco antibala. Esta placa, que se consigue en armerías, tiene un valor de más de 5 mil pesos, aunque se consigue en euros por lo que depende de la cotización del mismo. El «portaplaca con transporte» que la cobija, tiene un costo de 419 pesos.

Además, y para que aquellos policías del interior provincial tengan también la posibilidad de hacer sus compras, cada casa dispone de vendedores que recorren las dependencias policiales para tomar los pedidos de los efectivos. Un verdadero negocio montado detrás de la indumentaria y el equipamiento de la fuerza.

 

 

 

La Saladita de la Bonaerense

En la feria de San Francisco Solano, ubicada en el límite de los partidos de Quilmes y Almirante Brown, donde habitualmente es recorrida por miles de personas en búsqueda de productos más baratos que en el resto de los comercios,se vende de todo incluso algunas ofertas que rozan la ilegalidad.
Tal es el caso de un puesto que vende uniformes completos de la policía bonaerense a sólo $400.

«Con 400 pesos compré la camisa, la gorra, el pantalón y el parche para que ningún delincuente lo haga, es más, decidí quemarlo», dijo un hombre que alertó sobre la venta. Incluso el denunciante y vecino del lugar contó  que le ofrecían «balas nueve milímetros y las cartucheras para guardarlas».

Según el cliente el vendedor sería «un ex miembro de la fuerza que tenía todo el equipo completo».

Sobre la autenticidad del equipo dijo que era «original, se notaba en los detalles y en lo fuerte que es la tela».

«Es increíble que alguien pueda vender un uniforme de la policía bonaerense en una feria muy concurrida como si no fuese nada importante», precisó el denunciante quien alertó que «el traje podría ser adquirido por delincuentes que tranquilamente pueden fingir un control policial en la calle para robar».

Y lo realmente insólito es que esto se hace aún con la presencia habitual de policías provinciales en trabajo de recorrida y a veces asignados al lugar por razones de seguridad.

«Es evidente que hay alguien que los cubre y que saben que no van a ser molestados en su insólito coemercio», comentó una fuente judicial que trabaja en una investigación que ya ha comenzado.

Una organización política, comercial y delictiva de la que no puede estar ajena la cabeza del área y quienes lo sostienen en su cargo.