La «25 de Mayo» cumple su sueño monopólico en el transporte

La «25 de Mayo» buscó por más de 30 años quedarse como única prestataria del servicio urbano de pasajeros . Contó para ello con complicidades de todo tipo y ahora por fin lo consigue.

Una a una fueron cayendo las empresas competidoras. «La Marplatense», la «9 de Julio»  y la «Martín Güemes» sucumbieron de la mano de complicidades obscenas entre administraciones municipales que se hacían las distraídas y políticas ilegales de la «25 de Mayo» que les pisaba los recorridos haciendo trizas cualquier rentabilidad posible.

La «Libertador» y la «Batán», al igual que la «General Pueyrredón», cayeron en la trampa de aceptar asistencia financiera de la empresa de los Inza y, poco a poco, fueron perdiendo acciones, componentes y unidades hasta pasar mansamente a manos de los poderosos empresarios.

Sólo la«Peralta Ramos», cada vez más en soledad, se resistía a la maniobra monopólica y, contra viento y marea, trataba de subsistir de la mano de los hermanos Aloisi que tarde o temprano iban a tener que tirar la toalla.

Y así pasó. Por fin la «25» logró ese objetivo en el que la ayudaron funcionarios venales, sindicalistas corruptos y una justicia inexistente y ahora se quedará con la totalidad del transporte urbano de pasajeros en la ciudad.

En una entrevista con FM Residencias, Guillermo Iglesias habló de «monopolio» en el servicio de transporte público de Mar del Plata. El funcionario  aclaró que “no es ilegal”.

“Si bien a la fecha no hay ninguna presentación oficial, sí sabemos que hay un proceso de compra que debe ser cumplimentado en el Municipio con la documentación pertinente y que por estos días se presentará, seguramente. Sobre la pregunta si impacta o no negativamente sobre el servicio, la verdad es que tendrá impactos positivos y negativos. Nosotros estamos trabajando en una racionalización del sistema y hablar con menos actores facilitará el proceso”, razonó Iglesias, aunque también dijo que “tener una competencia, siempre ayuda a mejorar el servicio”. Omitió decir que «menos actores» significa pasar de los dos actuales, a uno; no parece que este estado de cosas marque demasiadas complicaciones.

“Yo creo que hay que aprovechar lo positivo y tratar de minimizar lo negativo. No hay una limitación a este proceso, en ninguna norma se prohibe, no hay un impedimento legal al proceso que se está llevando adelante. Tendrán que pedir las autorizaciones al Municipio, porque tiene contratos firmados y hay que avalar esos cambios», dijo.

-Pero se estaría conformando un monopolio, le planteó el periodista que lo entrevistaba…

-Sí, sí, totalmente, sería un monopolio. Por un lado, no hay cuestiones legales que lo impidan y por el otro, eso tiene aspectos positivos y negativos.

Demasiado oscuro, como todo el proceso que culminó en esta situación.

Y la ciudad, de ahora en más, en manos de una sola empresa prestataria en el contexto de un país en el que los monopolios, privados o estatales, terminaron siempre en abusos que paga la gente.