La Buena Pipa: ahora parece que Francisco tampoco viene en 2018

Redacción – Desde la cúpula de la Iglesia Argentina se había afirmado que «la visita está cerca». Sin embargo el Vaticano confirmó hoy que no será en 2018. Un año después hay elecciones…

La ecuación es sencilla: si no es en 2018, año en el que no habrá comicios en el país, tampoco podrá ser en 2019 cuando estemos eligiendo presidente. ¿Entonces cuándo?; tal vez nunca o seguramente cuando Mauricio Macri deje el poder.

El inocultable apoyo de Francisco a la candidatura de Cristina -nadie puede seriamente creer que la presencia de sus principales espadas en la cercanía de la ex presidente sea casual- parece no haber dado sus frutos. Todo indica que la gente no está dispuesta a seguir en octubre los guiños del Papa peronista.

El argumento de las tensiones por cierto ha perdido fuerza con el tiempo. No es serio de parte del pontífice pretender incidir desde Roma en la vida política nacional, realizar gestos tan claros como aquel de las sonrisas con Cristina y el gesto adusto con el presidente y esperar que alguien crea sincera su abstención. Además el Papa se caracteriza por ir a aquellos lugares en los que justamente las tensiones están al orden del día.

Y querer que creamos que su lejanía está vinculada a internas en la propia Iglesia es pensarnos tontos: la institución que comanda está traspasada por las peleas, los escándalos y las divisiones en todo el planeta. Y para evitar esos conflictos -que se llevaron puesto a su antecesor- Francisco debería enclaustrarse en el Vaticano y no salir jamás, como hacían todos los Papas hasta Paulo VI.

En resumen Bergoglio no viene, porque no quiere. ¿El motivo?…solo Dios lo sabe.