La ciudad rehén: la UTA cortará también la Ruta 11

RedacciónContinúa el corte total de la Ruta 2 y ahora se sumará la 11 dejando a Mar del Plata aislada. Mientras tanto la justicia se desentiende y el poder político se repliega. ¿Hasta cuándo?.

Ya nada sorprende al ciudadano ni nada espera de este tiempo de claudicación democrática, atropello a la institucionalidad y consolidación de una especie de facto en el que algunos aseguran sus privilegios y la mayoría se resigna a un silencio que le garantiza la tranquilidad de la decadencia.

Argentina comenzó su caída libre el día en que alguien dispuso que la dirigencia política, la gremial y la empresarial constituían castas superiores en cuyo beneficio deberían obrar todos en adelante. Y que el trabajador y el ciudadano de a pie, como los parias en la India milenaria, deberían concentrarse en trabajar, dejando la vida si fuese necesario, para asegurar el bienestar de los poderosos.

Y si para ello era necesario atropellar la legalidad, sobornar a la justicia y liberar la acción de los violentos al servicio del objetivo, así debería hacerse.

La UTA se apropió ya hace una semana de la Ruta 2 y del derecho a transitar de los vecinos de General Pueyrredón. Y nadie movió un dedo para evitarlo y mucho menos para sancionar penalmente a los responsables del atropello…

Según anunció el gremio, al corte que se mantiene a la altura del arroyo La Tapera, se le sumará en el mediodía de hoy un corte total en cercanías al retén policial, que se ubica en cercanías del barrio El Casal.

A lo que se le sumará otro corte en el tránsito en la Ruta 11 a la altura del GADA que se sostendrá entre las 12 y las 17.

Y como si esto fuese poco anuncian que, de no haber hoy mismo respuesta a sus reclamos, meñana la interrupción del servicio llegará al transporte urbano. Con lo que Mar del Plata quedará aislada…y de a pie.

La justicia, una vez más, brilla impúdicamente por su ausencia. Los jueces y fiscales están hoy abocados a custodiar sus propios traseros de los embates oficiales y poco o nada de tiempo tienen para atender las cuestiones de la ciudadanía.

Y el poder político sigue demostrando su total impotencia para hacer otra cosa que no sea recorrer el espinel de la limosna presupuestaria, subsistir como se pueda en el empleo público y pensar en mejores destinos atados al próximo comicio.

Nada nuevo bajo el sol del país eternamente moribundo…