El mundo político Latinoamericano está enfermo de «encuestitis» y el caso de Brasil es tan sólo uno más de los que demuestran que la gente camina por otra calle
Ha quedado demostrado mil veces que las preelectorales tienen un valor muy relativo, caso Brasil, en donde hasta 6 días antes de los comicios daban un empate técnico entre Dilma y Marina. Llego el día y quedo documentado que era una gran falacia, seguramente para disminuir las chances de Aercio, que ni era mencionado y termino segundo con 33 %.
Es imposible que Marina haya perdido 20 puntos en una semana. Está claro que las encuestas más que equivocarse, mentían. Marina estuvo en el mismo voltaje que tenía la formula antes de matarse el candidato titular
LO DE Dilma + Lula es difícil de derrotar. Los números, en teoría, dan como para que la oposición sueñe con una reorientación a su favor y derroten a los líderes de la izquierda brasilera.
Lula vio sus encuestas y entonces en la recta final salió a la cancha y se convirtió en el refuerzo esencial para pasar los 40 puntos.
La tarea es muy difícil, aunque matemáticamente, no imposible.
Las empresas que miden, salvo honrosas excepciones como Ayala en Mar del Plata, suelen jugar con los resultados. Asustar a su propios clientes para que compren más encuestas, Los hacen subir y bajar, etc.
Profesionalmente en las campañas que dirijo no compro encuestas. Si monto mi propio equipo, liderado por un estadístico de la ciudad, y realizo mediciones mucho más amplias y confiables. Ah, además mucho más económicas de presupuesto.
Los candidatos “grandes”, los presidenciables, tienen las encuestas verdaderas que no muestran a nadie. Es más se recomienda darle a la prensa números diferentes, según corresponda, en más o menos.
Si el candidato va muy bien, mi sugerencia es mantener una diferencia estrecha para evitar el “ya ganamos” que ha provocad derrotas insólitas por falta de movilización y embalaje final.
Si los números no dan, hay que decir “las encuestas dan resultados diferentes En varias vamos ganando”. En fin trucos de las gerencias de campaña profesionales, que le sirven mucho a los candidatos con pretensiones.
Mi pronóstico, especialmente luego de lo que viví en San Pablo, es que Dilma seguirá siendo Jefa de Estado.
Cierro indicando que estaré hablando en Mar del Plata el 21 y 23 de este mes estaré disertando sobre Experiencias exitosas en Marketing Político.
Un abrazo desde la Patria.
Dimas Pettineroli
dimaspettineroli@hotmail.com