LA FALTA DE RESPUESTAS OFICIALES OBLIGA A LA GENTE A ACTUAR

Día a día más actividades que reabren sin esperar autorización. La falta de respuesta, las luchas por el poder, los egoísmos y la defección de los representantes marcan el paso de una anarquía pacífica…pero anarquía al fin.

 

Los locales gastronómicos, poco a poco, van reabriendo sus puertas sin esperar la autorización del municipio o la provincia.

El comercio comienza a permitir el ingreso de los clientes al interior del local sabiendo que ello aún está prohibido por las normas vigentes.

Los hoteles alojamiento anuncian ahora que abrirán sus puertas para recibir clientes a pesar de que la actividad no está permitida por el decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Los propietarios de complejos deportivos y salones de eventos anunciaron que volverán a su trabajo debido a la grave situación económica que atraviesan. Hoy protestarán frente a la Municipalidad los productores de eventos en busca de respuestas.

CAFAMAR, la cámara que reúne a los ferreteros, emitió un comunicado en el que castiga duramente a los concejales por no permitir la reapertura controlada de la gastronomía y expresa el hartazgo del sector por la situación que atraviesa. » Hay que reabrir las puertas y permitir la libertad y el derecho de trabajo…. Confiar en la madurez social de los comerciantes… Quienes sabrán defender y cubrir las medidas sanitarias, para protegerse y proteger, a sus empleados y público presente…» claman.

Si hasta la UCIP, siempre tibia en sus expresiones, reclama ahora rápidas respuestas y justifica este desmadre que se acerca rápidamente a la anarquía y que parece ser acompañado por el silencio de la administración municipal que no atina a frenar el «sálvese quien pueda» que impone la realidad.

Una realidad que cachetea con los números del desempleo, de la pobreza, de la caída de la economía y de cualquier otro índice que sirva para comprender que hemos tocado fondo y que no saldremos de ahí si no entendemos la necesidad de pelearla espalda con espalda. La imagen que esta semana dejó el Concejo Deliberante con algunos «representantes» de la gente priorizaron su posicionamiento personal ante los caciques provinciales y le cerraron el paso a una apertura bajo protocolo de la gastronomía dijo más que mil palabras. ¿Pagarán algún costo político por la defección?…la historia habla también de la poca memoria de los argentinos.

¿La normalidad volverá de la mano de la desobediencia?. Peligroso…y sintomático de un cada vez mayor divorcio entre la gente y sus gobernantes. Pero nada que pueda sorprendernos frente a la histórica falta de respuestas a las necesidades de la gente.

Durante meses la sociedad se agotó en un absurdo debate entre los «sanitaristas» y los «economicistas»; algo que ahora parece lejano salvo para los cultores del enfrentamiento por el enfrentamiento mismo.

Hoy la realidad marca el paso y la sociedad toma el futuro en sus manos, sin planificación ni cálculo, porque no observa desde el poder señal alguna de saber hacia donde hay que marchar.

Algo está fallando y puede pasarnos factura más temprano que tarde.

Cuidado…