Los policías que cubren la seguridad del partido entre Estudiantes y Gimnasia en Mar del Plata son trasladados como ganado y maltratados por sus superiores.
Ya no están ordenaditos y relucientes como fondo de una foto que tiene en primer plano al gobernador Scioli o al ministro Granados.
Ya no los forman milimétricamente en la costa, rodeados de patrulleros que luego partirán a buscar otros destinos y otras fotos, presentando un Operativo Sol del que se supone van a ser los protagonistas.
Los efectivos policiales que prestan servicio en el Mundialista son trasladados en camionetas, hacinados y maltratados por sus jefes, sin la mínima medida de seguridad y de respeto a la dignidad que como personas y funcionarios les corresponde.
Están para ser mostrados como un banner publicitario y usados en el lucimiento de quienes deberían ser responsables de su calidad de vida laboral y bienestar.
Desde las 16.hs y hasta las 02.00 de la mañana del día siguiente deberán estar en el lugar a cambio de un pago que no llega a los $220. Y como si esto fuese poco se les retirará el arma reglamentaria -que quedará en manos de personal administrativo sin experiencia alguna en su manejo- dejándolos absolutamente indefensos en una situación de tiroteo, tal cual ha ocurrido tantas veces en el fútbol argentino.
Los efectivos traídos del interior cobraron un adicional de $300 aunque en muchos casos hayan tenido que recorre más del 500 km
Pero nada de eso importa, por unos míseros pesos los funcionarios de la provincia se sienten con derecho a humillarlos.
Una vergüenza, una verdadera vergüenza….