Vergonzoso estado de las bibliotecas públicas marplatenses

La otra cara de una realidad que a veces se presenta como perfecta tiene que ver con el estado de muchas dependencias municipales. En este caso las bibliotecas.

El Centro Cultural Osvaldo Soriano de la calle 25 de Mayo y Catamarca y la Biblioteca Municipal de Padre Dutto y Ayolas son una acabada muestra de la desidia existente a la hora de mantener los edificios públicos.

Humedad, goteras que caen directamente sobre el material de lectura, cañerías rotas en todas las instalaciones, precaria conexiones eléctricas que convierte a estos sitios a los que diariamente concurren centenares de personas en verdaderas bombas de tiempo con serio riesgo de incendio, matafuegos vencidos desde el año 2012, equipos de aire acondicionado con sus cableados al aire, baños destruidos y todo tipo de averías son la triste imagen de lugares que deberían ser cuidados con la atención que requieren las reservas de la cultura ciudadana.

En medio de tantos anuncios, de tanta propaganda y de tanta campaña, el recuperar las bibliotecas que dependen del municipio y resguardar la seguridad de su material y de las personas que allí concurren parece no sólo una obligación insoslayable sino, y sobre todo, un acto de sentido común.

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