El Episcopado atribuyó sus consecuencias a los desequilibrios económicos, el narcotráfico y la trata y el odio que cierra el camino a la reconciliación.
La Iglesia advirtió este miércoles en un mensaje navideño sobre la corrupción y falta de ejemplaridad en el país y aseguró que esta situación «empobrece el nivel moral de la sociedad», a la vez que alertó que «el odio cierra el camino de la reconciliación».
La Conferencia Episcopal Argentina, que preside monseñor José María Arancedo, también exhortó a los argentinos a construir «una Patria más fraterna», a privilegiar el diálogo y a un compromiso renovado con la paz.
Los obispos as que «lo que compromete la paz tiene su raíz en el corazón del hombre herido por el pecado» y dijeron ver sus consecuencias en los «desequilibrios sociales y económicos», el delito del narcotráfico y la trata, y la corrupción y la falta de ejemplaridad que «empobrece el nivel moral de la sociedad», entre otros males.
«Sabemos que lo que compromete la paz tiene su raíz en el corazón del hombre herido por el pecado. Vemos sus consecuencias en los desequilibrios sociales y económicos que reclaman un orden mundial más justo; en el desprecio por la vida que es el derecho fundamental de la persona», subrayaron.
«En el delito del narcotráfico y la trata de personas, en los fanatismos que utilizan el nombre de Dios para justificar la muerte, en el odio que cierra el camino a la reconciliación, en la corrupción y la falta de ejemplaridad que empobrece el nivel moral de la sociedad», sostuvieron.
«En una cultura individualista que debilita los vínculos personales y los lazos comunitarios, en un modo de pensar que privilegia el éxito del tener sobre la riqueza del ser y sus valores», agregaron.
El mensaje de Navidad, titulado «Y en la tierra paz a los hombres», fue dado a conocer al cierre de la 169 reunión de la comisión permanente del Episcopado que desde ayer deliberó en la sede episcopal del barrio porteño de retiro para abordar cuestiones internas de la Iglesia, sobre todo el trabajo pastoral en favor de los más pobres.
Los obispos afirmaron en el texto que «Navidad es el sí de Dios al hombre para acompañarlo a crear un mundo más humano, justo y fraterno» y recordaron que en este tiempo «Dios se hace cercano y asume nuestra condición humana haciéndonos sus hijos y renovando los vínculos familiares y sociales».
«Mirando el pesebre en esta Navidad, se nos invita a renovar el mandamiento del amor y a decir juntos la oración que nos ha acompañado durante estos años: ‘Danos, Señor, la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda'», rogaron.
Por último, el Episcopado pidió a la Virgen de Luján, patrona de los argentinos, que «acompañe en este camino de amor, de justicia y de paz, para alabanza de Dios y al servicio de nuestra Patria».