La violencia en las escuelas ya se ha instalado entre nosotros y muchas veces son los padres de los alumnos los que la ejercitan contra los docentes.
“A nosotros no nos defiende nadie, en nuestro lugar de trabajo nos agreden”. Con esa frase, la docente Ana María Sánchez resumió la situación que atraviesan los educadores, luego de que el pasado martes la madre de uno de sus alumnos en la Escuela Nº 208, ubicada en Bahía Blanca y Rawson, la agrediera físicamente, en plena clase y frente al resto de los alumnos.
En diálogo con Radio Brisas, la maestra explicó que la violenta situación se generó luego de que el lunes, un alumno que hacía meses se había quedado libre regresara al establecimiento, pero sin intención de ponerse a estudiar, sino simplemente por la necesidad “de que les firmen la libreta de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) para poder cobrar los planes sociales”. “Yo le dije que no podía venir a molestar a sus compañeros, que debía ponerse a estudiar”, remarcó Sánchez.
En ese contexto, la madre del joven en cuestión se acercó al establecimiento el martes por la mañana. De acuerdo al relato de la docente, la mujer “interrumpió la clase, se paró en la puerta y empezó a los gritos”. “Yo me metí en el curso para protegerme, pero ella entró y me propinó un puñetazo en el labio, frente a todos los chicos”, precisó Sánchez, que comentó también que en ese momento la preceptora encargada del curso quiso intervenir para ayudarla, algo que no pudo lograr: “Esta mujer estaba sacada y me golpeó nuevamente en el cuello, en la zona cervical”.
“Vos no sos nadie para decirle a mi hija que venga o no a la escuela”, gritaba la madre del menor, de acuerdo a lo sostenido por esta maestra, que hoy se encuentra con licencia médica como consecuencia de la situación sufrida. En ese sentido, la educadora se mostró preocupada ante el crecimiento de hechos violentos y la poca contención. “A nosotros no nos defiende nadie, en nuestro lugar de trabajo nos agreden”, dijo y luego confirmó que pedirá a la Secretaría de Educación municipal el traslado a otro establecimiento.
“Yo necesito trabajar, por mi situación personal. Pero no puedo asistir a una escuela en la que siguen estando estos chicos, cuyos padres tienen antecedentes penales y un grado de violencia muy fuerte”, se lamentó. Por el hecho en concreto, la mujer hizo la denuncia penal correspondiente y ahora está a la espera de la intervención de la Justicia.