Por José Luis Ponsico (*) – En Bahía Blanca «su lugar en el mundo» dejaba de existir Atilio «Lito» Fruet, gladiador del básquet de su época en el seleccionado nacional.
Josè L. Ponsico
El recuerdo de Atilio «Lito» Fruet, que el público del básquetbol de Mar del Plata vibró en el Piso de Deportes, Campeonato Argentino del 70, aquél equipazo con aquél equipazo con Alberto Pedro el «Mandrake» Cabrera, el mejor antes de «Manu» Emanuel Ginóbili; el «Negro» José Ignacio De Lizaso, Necochea;»Teté» Barreneche, Santa Fe, jugando para Gimnasia y Esgrima La Plata como Carlos González, otro de la legión.
Fruet, Cabrera y De Lizaso: los tres mosqueteros bahienses
Ganaron todos los partidos. La final contra Capital Federal, tiempos de Carlos Pellandini, Eduardo «Tola» Cadillac y el «Lungo» Pratto, que se lo llevó la Liga italiana enseguida, entre otros recordados. Todos integrantes de la selección nacional a fines de los 60. Junto a «Chocolate» Raffaelli, santafesino.
La «legión bahiense» en el 71 produjo el mayor acontecimiento de la época: le ganó por 78 a 75 a la poderosísima selección de Yugoslavia, consagrada en Europa como la mejor expresión del básquetbol en el viejo continente. Por entonces, «El Gráfico» dedicó una edición especial.
«Lito» y Olimpo: un amor eterno
Osvaldo Orcasitas, apodado «Oro» -para muchos el más sabio, analista del baloncesto- dijo sobre el «Mago» Cabrera, empleado del Banco Nación que debía pedir permiso para viajar a jugar con la selección en el exterior, pintado como «el más completo». El arte de defensa y ataque.
Mención especial para Atilio Fruet, de quién el especialista escribió: «No tiene la técnica de los prestidigitadores -evocando a Ricardo Alix y Oscar Ibañez- pero a la hora de armar el juego, ganar los rebotes y contagiar combatividad, Fruet es imprescindible».
Fruet siguió siempre en «su Bahía Blanca» dedicado a su pasión. «Todavía no estaba la NBA vigente; eran otros tiempos donde se jugaba mucho por placer y no tanto por dinero», dijo no hace mucho el gladiador bahiense.
(*) Columnista de La Señal Medios, Libre Expresión y Mundo Amateur
