CESARISMO A LA VIOLETA

Macri debería posar una mirada entre quienes lo rodean y darse cuenta que entre ellos hay demasiados incapaces o una avanzada del enemigo para implosionar su gobierno. De papelón en papelón.

Primero fueron los Panamá Papers; desde el entrono más cercano del presidente salieron a decir que Mauricio no tenía nada que ver, y a las pocas horas tuvieron que aceptar que en realidad integraba la sociedad cuestionada pero nunca había firmado nada. Cuando la justicia determinó que la participación presidencial no había sido tan tenue, optaron por callarse la boca. Hoy el presidente está imputado en esa causa…

Le llegó el turno al impresentable acuerdo por el Correo Central, en el que Macri apareció condonando una deuda millonaria a su propia familia. Desde su cercanía insistieron en que el mandatario ni siquiera sabía del asunto. Hoy está imputado en la causa en la que se investiga este verdadero disparate…

Ahora alguien lo convenció de firmar un decreto por el que se cambiaba el cálculo de los haberes jubilatorios, afectando a millones de pasivos que con la nueva modalidad cobrarían algunos pesos menos de su magro salario. Ninguna de sus mentes superiores le avisó que si pretendía modificar una ley con un decreto muy posiblemente terminara jugando al mus con Lázaro Báez. Hoy el presidente está anunciando que seguramente anulará el instrumento jurídico que rubricó…ayer.

Demasiados errores, demasiadas marchas y contramarchas, demasiado enojar a la gente sin beneficio alguno; demasiado costo por culpa de la estupidez, la impericia o la desidia funcional.

Su «mesa chica» lo convierte seguido en alguien sospechoso de corrupción y luego trata de sacarlo del pozo haciéndolo quedar como un tonto sin remedio.

Y Mauricio Macri no llega ni siquiera a hacer pie como La Mujer del César: nadie sabe que es, pero tampoco que parece. Preocupante…