Los productores, que atraviesan por una difícil situación financiera, reclaman la devolución de la rentabilidad a la actividad que desarrollan.
Tanto en el sudeste bonaerense como en el sector de mar y sierras, que por suelos y clima son las zonas productoras de trigo por excelencia y en las cuales está próxima a iniciarse una nueva cosecha, debido a las restricciones del Gobierno nacional para vender ese cereal al exterior, los productores, que atraviesan por una difícil situación financiera, reclaman la devolución de la rentabilidad a la actividad que desarrollan. Para que ello sea posible, consideran que se debe reformular todo el sistema tributario. En ese sentido destacan que mientras el Estado se lleva 2.899 pesos por cada hectárea sembrada de trigo, el productor sufre un quebranto de 2.330, lo cual hace que sea necesario eliminar urgentemente los derechos de exportación y de la ganancia mínima presunta.
Movilizaciones
Productores trigueros de la provincia de Buenos Aires se reunirán mañana en asamblea a la vera de las rutas en la ciudad de Tres Arroyos, para debatir un plan de acción en repudio a la intervención oficial sobre el mercado del cereal, que lleva ya ocho temporadas.
Ante lo que denominan una «crisis en la producción triguera», la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), el brazo pampeano de CRA, llamó a los ruralistas a analizar y debatir en Azul «acciones gremiales a seguir» ante la situación.
Los productores comienzan a movilizarse en momentos en que se lleva cosechado casi 42% del área total destinada al cereal y cuando la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calcula que la producción total será de 11,5 millones de toneladas.
Previo al inicio de la cosecha, el Gobierno anunció, hace un mes, que abría un cupo de 1,5 millón de toneladas para exportar trigo a partir del 15 de diciembre. Según datos del mercado, los Roe otorgados entre el 19 de noviembre y el jueves pasado, la Ucesci (encargada de habilitar las exportaciones) aprobó Roes de trigo por solo 40.483 toneladas.
Carbap enfatizó que de no haber cambios en la política oficial triguera, el cultivo «pierde rentabilidad e interés por parte del productor».
«Tras 8 años de distorsiones en una producción vital para la región del sur bonaerense y pampeano, es hora de decir basta», indicaron.
Por su parte, los ruralistas nucleados en la mesa de enlace de la provincia de Entre Ríos se declararon en «estado de alerta y movilización» y adelantó que realizarán asambleas para «exponer en la agenda pública los reclamos del campo».
Las entidades cuestionaron la política fiscal nacional y provincial, y se quejaron porque no obtuvieron resultados en las gestiones que ante el gobierno provincial para que se exima de ingresos brutos a la actividad agropecuaria de Ingresos Brutos, como se hizo con sanatorios, transporte y la industria.
Jorge Chemes, ex diputado nacional por la UCR y titular de Farer, dijo que «los pequeños y medianos productores no tienen herramientas financieras y tampoco políticas previsibles. Esta zozobra desalienta la inversión». En tanto, Elvio Gua, quien suplanta a al senador nacional Alfredo De Angeli en la FFA entrerriana, indicó: «la gente está comenzando a llegar al hartazgo ante este escenario complicado para el sector».
