Fue inaugurada con bombos y platillos hace apenas 12 días, pero al parecer se olvidaron un pequeño detalle: no hay médicos suficientes para su funcionamiento. Anoche tuvo que cerrar.
«Al gran pueblo argentino, salud» dice pomposamente el gobernador Daniel Scioli para anunciar su política de Unidades de Pronta Atención (UPA) que, según su singular mirada, resolverán todos los problemas de un sistema de atención que hace agua por todos lados.
Y con su canto al optimismo estuvo en Mar del Plata hace 12 días para inaugurar el primero de ellos dentro del predio del ajetreado Hospital Interzonal. Muchos se preguntaron, no sin razón, si resistía alguna lógica que una unidad de derivación y atención intermedia funcionara en el mismo lugar que un hospital de alta complejidad.
«Es nada más que una ampliación de la guardia» sostenían los que afirman saber del funcionamiento de estos establecimientos en países como Brasil en los que justamente se busca ubicarlos de forma tal que sirvan para una cobertura territorial que acorte las distancias con los grandes hospitales. Pero no tanto como para ponerlos en el jardín de los mismos…
Claro que terminada la inauguración y apagadas las cámaras de la televisión, al gobernador se le olvidó nombrar médicos para la flamante estructura y por supuesto liberar presupuesto para insumos.
Y pasó lo que tenía que pasar…los residentes del HIGA -y dicen que hasta la propia directora- tuvieron que hacerse cargo de la atención de la gente y además con parte de los escasos insumos del hospital.
Intervino la CICOP para impedir este abuso sobre los profesionales y anoche, sin médicos y sin elementos para atender, el gran pueblo argentino…debió cerrar sus puertas.
Doce días después de «la fiesta», la torta comenzó a lanzar olor a podrido. Total, la foto ya estaba.