La verdad detrás de la usurpación en José Hernández

En esas tierras hay proyectadas viviendas que están a nombre del Instituto de la Vivienda de Buenos Aires. La desidia y la corrupción llevaron las cosas a este escándalo que hoy nadie puede controlar.

Las viviendas fueron proyectadas, aprobadas en todos los entes incluso en la munucipalidad, el IVBA y la Sub-Secretaría de Vivienda le otorgaron el financiamiento, lo anunció la Presidente en teleconferencia que hizo en OSSE en Julio de 2014 en la que estuvieron presentes  el Intendente, el administrador gral. del IVBA, Pablo Sarlo y el Subsecretario de Viviendas de la Nación Germán Nivello.

Como siempre ocurre en estos casos Cristina se extendió en autoalabanzas acerca de todas las viviendas que su administración estaba construyendo y los derechos de los ciudadanos al ábitat digno.

Los presentes firmaron el acta de comienzo de obra pero los concejales de todos los bloques nunca quisieron aprobar la ordenanza. Según la oposición el proyecto jamás llegó al recinto y las obras se iniciaron sin tener el respaldo normativo correspondiente.

El proyecto de presupuesto para ese año decía textualmente:»En Mar del Plata se construyen más de 1300 viviendas, que durante 2014 costarán al Instituto de la Vivienda $ 27.347.056.». Nada de eso ocurrió y se sospecha que gran parte de ese dinero fue destinado a campañas políticas y pagos de salarios públicos.

Mientras tanto el IVBA pagó un saldo de un contrato de una empresa que había quebrado y luego, sin explicación alguna se descartó la obra.
Mientras se suceden los reclamos administrativos y las denuncias que llegan muy alto en la pirámide del poder político, se produce esta usurpación que tiene fundamentos políticos ya que estaría orquestada por quienes tienen interés en que estalle este escándalo que impidió que 1122 familias pudiesen  estar habitando allí.

Con presupuesto asignado y con las obras hidráulicas aprobadas por todos los entes, se preveía también las necesarias para escurrimiento de aguas de los barrios  Autódromo y Belgrano.

Todo quedó en la nada hasta este escándalo de hoy que revive un clásico de la época: pobre contra pobres.

Pero Cristina tuvo su cadena, construyó su relato, algunos hicieron negocio…y a dormir tranquilos.