El Banco Mundial retrasa un año el repunte de la región, tras proyectar un crecimiento del 0,4% en 2015. Rebaja la expansión global al 2,8% y al 4,4% para los países en desarrollo.
La proyección que hace el Banco Mundialpara las economías de América Latina es preocupante. Ahora rebaja de manera drástica su previsión de crecimiento hasta ponerla a solo cuatro décimas de la línea roja este 2015, lo que significa que la actividad se estancará prácticamente antes de repuntar al 2% en 2016 y al 2,7% en 2017. Es, además, un ritmo de expansión cuatro puntos porcentuales menor de lo que se proyecta para las economías en desarrollo.
El pesimismo domina. Hace solo seis meses, el organismo que apoya a los países más retrasados proyectaba un repunte del crecimiento del 1,7% para Latinoamérica este año. Sin embargo, ahora dice que quedará a la mitad de camino del 0,9% con el que se cerró 2014, lo que significa que el repunte se aplaza y será más lento. La previsión que se dio en enero para 2016 era del 2,9%, casi un punto más alto. Lo elevaba al 2,8% para el siguiente ejercicio, medio punto menos.
El problema lo resume el Banco Mundial de la siguiente manera. Los países de América del Sur están teniendo dificultades del lado de la demanda interna, por la débil confianza de los inversores, las sequías generalizadas y el abaratamiento de las materias primas. En el caso de Brasil se añade como agravante el daño que está haciendo el escándalo en Petrobras, explicó Kaushik Basu, su economista jefe.
La mayor economía de la región se contraerá un 1,3% este año, frente a la previsión de crecer un 1%, y eso arrastra al resto en la región. La moderación del crecimiento en China explica también este fuerte retroceso. La contracción será más profunda en Venezuela, del 5,1% este año, frente al 4% de 2014 y al 2% que se dijo en enero. La previsión es que la recesión se modere al 1% en 2016.
En las proyecciones para Argentina, los técnicos del organismo proyectan un crecimiento del 1,1% en el ejercicio en curso, el doble que hace un año. La previsión que se hizo hace seis meses fue de una contracción del 0,3%, por lo que se mejora en su caso. Los relatores explican que este cálculo es ahora más completo porque cuentan con datos que no tenían a manos en el último informe.
La situación en México la califica de “frágil” al referirse al clima de negocio. Estados Unidos hace, sin embargo, de sustento y eso le permitirá crecer un 2,6% este año, una proyección que está en línea con lo que anticipó en enero. La esperanza es que la contracción vivida en la economía estadounidense a comienzos de año sea transitoria y eso tire del crecimiento también en el vecino del sur hasta el 3,2% en 2016.
La economía mexicana es de las que hace de motor de la región, en su caso por ser también de las tres más grandes. En términos relativos, los países que más crecen son Panamá, donde espera se mantenga a un ritmo del 6,2% este 2015, y Perú, con el 3,9% antes de retomar el 5% en 2016. En el grupo de las economías que más rinden están también Bolivia, con el 4,8%, y Guatemala, con el 4%.
Colombia crecerá un 3,5% este año, según la nueva estimación del Banco Mundial, aunque en este caso es casi un punto inferior a la que se anticipó en enero y eso explica también que, junto a Brasil, se haya tenido que rebajar el conjunto de la proyección para América Latina. Es el país, de hecho, que se pone como ejemplo para reflejar esta “compleja transición” que afronta todo el subcontinente.
Expansión decepcionante
El Banco Mundial señala que esta adaptación a la nueva era de bajos precios en el petróleo y las materias primas plantea una dificultad importante para el conjunto de las economías en desarrollo, combinado con el alza en los costes de la financiación. “Este 2015 será el cuatro año consecutivo de crecimiento decepcionante”, afirman los relatores del organismo, que proyectan una expansión del 4,4%.
“Abróchense el cinturón porque habrá baches por delante”, advierte el economista jefe, aunque vea una mejoría gradual en el horizonte. Para el año próximo la actividad económica de los emergentes repuntaría al 5,2%. De ahí subiría dos décimas porcentuales en 2017. El temor del organismo es que el alza de tipos en EE UU dañe a los países que están mostrando más vulnerabilidades.
Para el conjunto de la economía global, la proyección se rebaja al 2,8%, dos décimas menos de la que anticipó en enero. De ahí repuntaría medio punto en 2016 gracias al impulso del bajo coste de la energía. Esto se explica también por un análisis más optimista de Europa, gracias a los estímulos, junto a una expansión del 2,7% en EE UU. Las economías avanzadas crecerán un 2% este año y un 2,4% en 2016.