Lo mejor del año: siete nietos recuperados

En agosto, Ignacio Montoya Carlotto  recuperó su historia y su restitución se transformó en uno de los hechos más importantes de 2014.

Las Abuelas de Plaza de Mayo lograron recuperar en 2014 la historia de siete hijos de desaparecidos, entre ellos tres casos de mujeres que fueron asesinadas embarazadas e Ignacio Montoya Carlotto, nieto de la titular de la asociación, Estela Carlotto, y así suman 116 las restituciones.
En agosto, Ignacio Montoya Carlotto, hijo de Laura, secuestrada y asesinada por la dictadura, y Walmir Oscar Montoya, recuperó su historia y su restitución se transformó en uno de los hechos más importantes de 2014. Un mes después recuperó su historia Ana Libertad, hija de Héctor Carlos Baratti y Elena De la Cuadra. Ana Libertad es la nieta de Alicia Zubasnabar de De la Cuadra, más conocida como «Licha», una de las fundadoras de Abuelas y la primera presidenta, quien falleció sin conocer a su nieta.
El último en conocer su verdadera historia, el 4 de diciembre, fue Rubén Castro Rubel, el hijo de Hugo Alberto Castro y de Ana Rubel, nacido en la ESMA. El año pasado comenzó con la recuperación de la identidad, en febrero, de la hija de Oscar Rómulo Gutiérrez y de Liliana Isabel Acuña, secuestrados el 26 de agosto de 1976, cuando su madre estaba embarazada de cinco meses. El 30 de abril se conocieron tres restituciones, pero fueron de tres mujeres que estaban embarazadas al momento de ser asesinadas.
De esta forma, hoy se sabe el destino de los hijos de Mónica Edith De Olaso y Alejandro Ford; de Alicia Beatriz Tierra, y de Laura Gladys Romero y Luis Guillermo Vega Ceballos. En este camino, que comenzó hace 37 años, el proceso de Memoria, Verdad y Justicia, iniciado en 2003 por el entonces presidente Néstor Kirchner, les permitió a las Abuelas y a sus nietos ver cómo la justicia argentina, en junio de 2012, reconocía la existencia de un Plan Sistemático de Robo de Bebés a mujeres que tuvieron sus hijos en cautiverio.
La recuperación de identidad de los hijos de sus hijos, arrebatados de las manos de sus padres por la dictadura militar se inició en 1978 cuando las Abuelas confirmaron el fallecimiento de Emiliano Ginés Scotto, de 11 meses, hijo de Marta Ester Scotto y Juan Antonio Ginés. El niño, tras el asesinato de su padres, fue entregado por una familia vecina a un Tribunal de Menores y este lo derivó a la Casa Cuna de La Plata, a pesar de conocer su verdadera identidad.
Emiliano presentaba Síndrome de Down y murió 10 meses después el 1º de septiembre de 1978 en el Hospital de Niños de La Plata tras un retroceso y deterioro progresivos «por las deficientes condiciones de salud y ambientales».
La alegría llegó en 1979, con la localización en Chile y la restitución de los hermanos Anatole Boris y Victoria Eva Julien Grisonas.