Los festejos por el aniversario de la ciudad casi una fiesta familiar

Cambio de escenario, lejanía con la gente, encierro «entre amigos». Los festejos por el aniversario de Mar del Plata pusieron en evidencia la intención de las autoridades de no aparecer en público

Tal vez advertido por los incidentes generados durante la entrega de los premios Estrella de Mar, el intendente Carlos Arroyo programó unos austeros y recónditos festejos del aniversario de la ciudad.

A las 8 se llevó a cabo el izamiento de la Bandera Nacional en la Plaza San Martín. Posteriormente, se desarrolló una misa en la Capilla Santa Cecilia, presidida por el titular de la Diócesis local, Antonio Marino. Y al término de la celebración religiosa, Arroyo señaló: “Se resumió en un tedeum toda una historia de 143 años de esfuerzos, de sacrificios de una enorme cantidad de generaciones que vivieron aquí”.

En ese sentido, el jefe comunal se refirió a la elección de la Capilla de Santa Cecilia, y señaló que “fue un aspecto estrictamente espiritual”. “Acá están los restos de Peralta Ramos. Este es el lugar donde se fundó Mar del Plata”, agregó.

Un brindis solo para funcionarios en el Torreón

Lo cierto es que por primera vez en muchos años la ceremonia no se hizo en la Catedral, con afluencia de público y no cerrada a pocos invitados como en este caso (foto principal), de la misma forma que no se cumplió con la colocación de una ofrenda floral en el busto que recuerda a la figura del fundador.

Ubicado en la Plaza Colón, el monumento suele convocar en estas ocasiones a visitantes y curiosos que en más de una vez han expresado su adhesión o rechazo a las autoridades presentes. Tal vez esto fue lo que trató de evitar Carlos Arroyo.

Y seguramente ello le llevó a cerrar los homenajes con un brindis para funcionarios realizado en el Torreón del Monje.

En resúmen, una fiesta para pocos a la que los marplatenses no fueron invitados ni tenidos en cuenta. Unas pocas actividades a escondidas, como si los funcionarios de nuestra ciudad supiesen que han perdido la posibilidad de caminar entre la gente y compartir la calle con el ciudadano común.

Por algo será, y ellos saben porqué. Triste….