Casi un millón de argentinos viven en distintos lugares del mundo. Tienen derecho al voto, pero muy pocos lo ejercen. Las campañas en el extranjero y las elecciones 2015
Desde 1991, como lo dispone la ley Nº 24.007, los ciudadanos argentinos radicados en el exterior pueden participar de
las elecciones nacionales, es decir, pueden elegir Presidente, senadores y diputados. El 31 de diciembre de este año termina el plazo para inscribirse en el registro de electores, que luego permite participar de los comicios.
Sin embargo, muchas personas desconocen este derecho. El voto en el exterior es voluntario. Quizás de esa manera se
explique por qué históricamente son tan pocos los votantes en el extranjero. De casi un millón de argentinos residentes en el exterior, apenas unos 7.649 argentinos votaron fuera del país en el año 2011.
Desde la Dirección Nacional Electoral informan que los requisitos que deben cumplimentar aquellos ciudadanos que viven en otro país para poder sufragar son: realizar el cambio de domicilio e inscribirse en un registro específico en el consulado de su jurisdicción.
En las últimas elecciones los inscriptos eran 50.553, indicando esto un presentismo en los comicios del 15,13 por ciento en 185 mesas. En aquel momento, el total de los ciudadanos con domicilio en oficinas consulares eran 309.478. En base a estas cifras cabe preguntarse: ¿Por qué el desinterés en ejercer este derecho? ¿Cuáles son los factores que desintegran esta potencial masa electoral?
De esta forma, algo que manifiestan quienes viven en otros países como una dificultad es la falta de oficinas consulares. Por ejemplo, en Francia había oficinas de cancillería en varias ciudades, como Marsella y Lyon, entre otras. Luego de 2001 éstas se cerraron, quedando únicamente la sede en París. Es decir, para ejercer el derecho al voto los interesados deben trasladarse a la capital francesa. Argentina tiene 117 sedes diplomáticas (embajadas, consulados y consulados generales) en 69 países.
Otra cuestión, que parece ser determinante ante la ínfima cantidad de votantes, es la falta de información en cuanto a las propuestas electorales; aunque el Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, manifiesta que “los consulados tienen la instrucción de Cancillería de informar a cada uno de los argentinos, que va a hacer cualquier tipo de trámite, sobre la posibilidad de votar”. Para eso es necesario acercarse a la oficina y previamente estar al tanto. En este sentido no sorprende que los electores en el exterior sean usualmente militantes políticos.
Asimismo, lo que ocurre en Argentina no es una generalidad. En el continente americano, Chile y Uruguay son las únicas naciones que no tienen permitido el voto en el exterior. Los charrúas que viven fuera del país representan el 15% de la población. En septiembre de 2013 se instaló una comisión bicameral para analizar un proyecto de ley, pero no se llegó a ningún acuerdo. Así es que, unos meses antes de los últimos comicios, desde la Coalición de Consejos Consultivos y Asociaciones de Uruguayos en el Exterior escribieron al presidente Mujica solicitándole que envíe otro proyecto al Parlamento, pero tampoco recibieron respuesta.
Desde esta asociación expresan que quienes se pronuncian contrarios al proyecto entienden que “los que viven en el exterior no deben votar sobre una realidad en la no que participan o viven a diario”. La realidad es que el voto consular de los uruguayos podría determinar el resultado de una elección. En general, todos los países limítrofes realizan campañas más allá de sus fronteras.
En 2015 los argentinos elegiremos autoridades. De forma inédita, uno de los interesados en ocupar el sillón de Rivadavia está haciendo campaña en el exterior. En su cuenta de Facebook publica: “Si sos uno de los casi 1 millón de argentinos que viven en el exterior, sumate”.
Se trata de Mauricio Macri, quien hace un tiempo comenzó una estrategia dirigida a quienes viven fuera de la Argentina, a través de las redes sociales. Luego, el jefe de Gobierno porteño, mediante esa convocatoria, se encontró en una plaza de
Tel Aviv con un grupo de argentinos que viven en el estado hebreo. Esta experiencia la volvió a repetir en Italia, en
El Vaticano.
De todos modos, el fuerte del candidato del PRO es Miami. Según los números de 2012, vivían allí unos 200.000 argentinos. El coordinador de campaña es el empresario Norberto Spangaro, radicado en Estados Unidos hace muchos años. “Esto va más allá del empadronamiento; sirven mucho las energías que podamos movilizar para que cada uno aporte desde donde esté”, afirman desde el PRO quienes consiguieron miles de firmas a través de la web.
La segunda comunidad de argentinos en el extranjero está en España. Allí es más frecuente que los candidatos lleguen y se reúnan con sus representantes. Aunque, como dice el Director Nacional Electoral, “esto nunca ha sido una gran noticia”.