Ahora es el cordobés De la Sota el que utiliza los espacios públicos para hacer campaña, violando el Código de Publicidad local.
En diversas ocasiones nos hemos referido al escandaloso uso de los espacios públicos por parte de una dirigencia que parece haberse convencido que Mar del Plata esa una ciudad al servicio de sus intereses, candidaturas y caprichos.
Si bien Scioli y sus naranjas ocupan cómodamente la punta de este «campeonato del abuso», otros nombres como el de Bossio, Urribarri y tantos otroa vienen pisándole los talones.
Ahora es otro peronista, el gobernador cordobés José Manuel De la Sota, el que muy pimpante coloca carteles de amplias dimensiones promocionando su figura y sus expectativas.
Y como sus colegas lo hace violando el Código de Publicidad de la comuna que claramente está para ser respetado sólo por los vecinos y comerciantes lugareños.
¿La comuna no tiene nada que decir?, ¿en estos casos no habrá operativos espectaculares con gran apoyatura de la prensa «amiga»?.
Pareciera que no, y que se cumple aquel viejo adagio que dice «en democracia somos todos iguales pero algunos somos más iguales que otros»