Los seis asesinos de Alberto Nisman

Todos los días una nueva pista, todos los días a empezar de nuevo. Seis versiones, seis responsables y ningún culpable.

Primero fue la madre de Nisman , a la que  poco le importaba lo que pasaba con su hijo (Berni «dixit»).

Después fue el propio fiscal, que había dejado a su hija sóla en el aeropuerto de Barajas (Capitanich «dixit).

Después fue Stiusso, que lo había hecho venir para decirle que su investigación era una pavada y entonces tenía que matarse «para no afrontar la verguenza de su fracaso» (Aníbal Fernández dixit).

Después fue Lagomarsino, quien le llevó el arma y tenía una «relación íntima» (Cristina dixit) con el fiscal.

Después el Grupo Clarín que necesitaba «tirarle un muerto» a Cristina (todos los hombres del gobierno «dixit»).

Ahora son los custodios, que no cumplieron con su deber (¿quién lo «dixit»?.

Con tantos involucrados es inentendible que todavía no podamos saber que pasó con Nisman.

Es la Argentina «licuadora», la que todo lo mezcla, lo licúa y lo deja a un costado hasta el próximo escándalo.