Los holdouts publicaron un listado de 14 funcionarios del gobierno cuyo enriquecimiento es difícil de explicar. ¿Nos enojamos con el mensajero o investigamos?
La pelea entre el gobierno argentino y los holdouts por la deuda comienza con un nuevo capítulo que, en principio, muestra poca relación con la disputa. En medio de negociaciones que no avanzan incluso tras el vencimiento de la cláusula RUFO –que hasta enero no permitía al país ofrecer a bonistas mejores ofertas con respecto a los canjes-, el grupo de lobby del fondo NML Capital publicó un «índice de la riqueza de funcionarios del gobierno argentino».
La American Task Force Argentina (ATFA) busca presionar a la Argentina para poder cobrar el 100% de la deuda, como fue establecido en fallos de cortes de la ciudad de Nueva York. Con todo, este grupo auspiciado por el multimillonario Paul Singer puso la lupa en el patrimonio de 14 funcionarios durante los mandatos de los Kirchner. «Llamamos a los funcionarios a explicar estos dramáticos incrementos en su riqueza más allá de sus salarios», destacó el reporte. También pidieron que expliquen la «fuente» de este enriquecimiento y por qué vendieron propiedades por encima del valor de mercado.
A través de una teleconferencia de la que participó Infobae, los copresidentes de ATFA Robert Shapiro y Nancy Soderberg presentaron el informe a la prensa. «Mientras el patrimonio de los funcionarios crecen, los argentinos tienen que lidiar con alta inflación, creciente desempleo y caída de la economía porque la Argentina decidió entrar en default», dijo Shapiro. Ambos aclararon que «no hay negociaciones» actuales con el Gobierno, pero esperan que «la razón prevalezca y el país se siente a negociar».
Uno de los funcionarios en la mira de los fondos buitre es Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio Interior y actual agregado comercial de la embajada argentina en Italia. «Empezó con unos modestos $72.100 en 2003 y llegó hasta casi los $2 millones en 2011», puntualizó el informe. El patrimonio del polémico funcionario se multiplicó 27 veces en ocho años.
La información pública no es nueva, sino que se desprende de las declaraciones juradas que presentaron los mismos funcionarios ante la Oficina Anticorrupción (OA) hasta 2011. Para Soderberg, estas declaraciones juradas muestran un «patrón sistémico, no es algo de uno o dos funcionarios, y dejan en evidencia cuán profunda es la corrupción en la Argentina».
Pero ante la consulta de la prensa, los copresidentes de ATFA fallaron en explicar cuál es la relación directa entre la presentación de este informe y la disputa por la deuda. «Queremos ilusrar que la corrupción se volvió endémica y sistémica, y debería ser una gran preocupación para los argentinos», insistió Shapiro.
Sergio Berni, actual secretario de Seguridad, es otro de los funcionarios que destacó el reporte de la ATFA. El grupo aseguró que su fortuna tuvo un «aumento repentino y astronómico» entre 2009 y 2010, cuando se desempeñaba en el Ministerio de Desarrollo Social. Su patrimonio públicamente declarado pasó de los $1,7 millones a los más de $9 millones en tan sólo un año. «¿Cómo hizo Berni para aumentar su patrimonio en un 4.000% en tan sólo cinco años?», se pregunta el grupo de lobby del fondo NML.
Los patrimonios de los 14 funcionarios que presentó la ATFA también apuntan a Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte; Juan Luis Manzur, ministro de Salud, y Juan Manuel Abal Medina, jefe de Gabinete entre 2011 y 2013. «Sin explicación, la fortuna de Abal Medina se quintuplicó en el último año de Néstor Kirchner como presidente». Declaró públicamente un patrimonio de $500.000 en 2006 y de $2,8 millones al año siguiente. .
Carlos Enrique Meyer pasó de ser secretario a ministro de la cartera cuando la presidente creó el Ministerio de Turismo en 2010, y estuvo en el cargo hasta el fin del primer mandato presidencial. La ATFA consideró que el crecimiento de su patrimonio no se explica «por un aumento de sueldo» que pasó de los $251.466 en 2010 a $346.253 en 2011.
En ese año, su patrimonio pegó un salto desde los 55.684 pesos hasta los más de $2 millones en 2011. «También vendió una propiedad muy por encima de su valor reportado. ¿Cómo explica Meyer la ganancia mayor a un millón de pesos en la venta de una propiedad en 2011 cuando nunca declaró ser dueño de cualquier propiedad por más de $239.140 un año antes?».
Shapiro consideró que el enriquecimiento exponencial de funcionarios públicos es un «patrón que se ve de forma frecuente» en gobierno corruptos. «Se evidencia el enriquecimiento de funcionarios cercanos a los líderes cuando la situación económica del país empeora», relacionó.