A raíz de un papelón que el gobernador pasó con un diario de Río Negro las autoridades de La Cámpora salieron a aclarar que Máximo le prohibió que se refiera a ellos.
Se sabe que Daniel Scioli evita hablar de temas que le generan incomodidad. De todos modos fue más que sorpresiva su respuesta cuando lo consultaron sobre su relación con La Cámpora.
«No quiero hablar de ese tema», fue la contestación textual del gobernador bonaerense y precandidato presidencial del oficialismo cuando el diario Río Negro lo interrogó sobre «cómo se lleva» con la organización ultra K.
El periodista Arnaldo Paganetti intentó de todas formas indagar un poco más y le preguntó sobre su relación más directa con el diputado Eduardo ‘Wado’ de Pedro, uno de los máximos referentes del camporismo.
«No quiero comprometer a nadie», respondió Scioli.
Pocas horas después desde la conducción de la discutida agrupación trascendió que el jefe de la misma Máximo Kirchner le comunicó al gobernador provincial que debía abstenerse de opinar sobre La Cámpora. «Si te preguntan vos decís que no podés hablar del tema», fue la orden textual del hijo presidencial.
Está claro que La Cámpora no tiene buena imagen frente al electorado y que sus referentes hacen bastante para mantener esa reputación. Por lo tanto, Scioli prefiere mostrarse distante de una figura que resultaría piantavotos.
Pero también influyó en la decisión la incipiente división que existe en la agrupación con respecto a apoyar o no la candidatura de Scioli. Mientras dirigentes como De Pedro, Ottavis o Recalde creen que el bonaerense es el mal menor y que puede permitirles retener cuotas de poder, otro sector encabezado por el propio Máximo no quiere saber nada de ese apoyo.
Y mientras esto se resuelve, la orden al motonauta es que se quede callado.
Si es presidente…¿será lo mismo?
