Médicos cubanos: historia de abusos y de explotación humana

Seis mil millones de dólares entran anualmente a Cuba por los convenios de envío de médicos a diferentes países del mundo. Detrás se esconde una verdadera explotación humana.

De aquellos principios humanitarios en la ya desaparecida asignatura Ética y Deontología Médica, en la que se insistía en una serie de conceptos éticos y deberes de los futuros galenos, y se ponía un especial énfasis en los fines no lucrativos de la profesión y en su sentido altruista, lamentablemente ya no queda casi nada.

Se sabe que el Gobierno cubano está negociando con más de sesenta países la prestación de asistencia médica, algo que viene haciendo en los últimos años a través de la venta de una imagen estereotipada de sus profesionales.

La historia empezó hace décadas cuando el entonces comandante en jefe pretendió replicar no solo su “hazaña” política en varios países de América y África, sino iniciar su propaganda a expensas del trabajo de los médicos y otros profesionales del sector, lo que más tarde adquirió dimensiones inusitadas en países como Venezuela y Brasil, al extremo de haber dejado a Cuba con un considerable déficit de médicos.

Todo parece indicar que Raúl Castro aprendió bien la lección de su hermano y ha continuado haciendo sendos convenios a expensas de los manipulados médicos, y justo en estos días amplía horizontes convocando a los miembros de las terroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a estudiar medicina en Cuba mediante la oferta de 500 plazas, de las 1000 previstas para Colombia en el curso de los próximos cinco años.

La exportación de servicios técnicos, y de manera particular de los profesionales, es la principal fuente de ingresos de Cuba en este momento, con una media anual de 6 000 millones de dólares.

Se ha especulado mucho acerca de lo que se les paga a los profesionales cubanos y de lo que pasa a manos del régimen de La Habana, así como de los reveses y la adversidad que como colaboradores han de enfrentar, lo que algunos médicos que han pasado por esta experiencia, se encuentran en medio de su faena “internacionalista”, o dejaron sus “misiones” para convertirse en “desertores”, según el régimen.

Desde Brasil, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos y Venezuela respondieron colaboradores cubanos que exponen algunas de sus vivencias como protagonistas de los negocios del sistema cubano.

“Por misión a un médico en Ecuador se le pagan 3 000 dólares, de ellos 800 para el colaborador y el resto pasa al Gobierno cubano”, dijo uno de mis entrevistados, quien decidió ampliar aportando interesantes datos acerca de la situación de los médicos que están en este país por sus medios: “Un médico por su cuenta con el sector publico gana $1 200, de ser médico general y entre $2 900 a $3 000 los especialistas. En el sector privado nos pagan más o menos mal aunque explotan mucho más. Hay trabas de los ecuatorianos en el sector público con los médicos”.

Otro galeno establecido en la nación andina luego de haber estado como colaborador en Venezuela expresó: “Han puesto en práctica una ley que establece que para trabajar en los centros estatales debe hacerse por concurso de merecimiento y oposición; pero su principal traba es que para poder concursar el candidato tiene que tener una residencia de más de cinco años en el país. El sector privado se aprovecha de lo anterior, te contratan por horas para explotarte al máximo; pero al menos sabes que no te está explotando tu propio Gobierno, por eso vine para este país por mi cuenta, estoy legal en todos los aspectos, y no permitiría que el régimen de Cuba me explote”.

Desde Cuenca, una de las más importantes ciudades de Ecuador,  ha respondido este emprendedor cubano amante de la psicología y la psiquiatría: “Trabajo en un hospital psiquiátrico como médico residente. El salario es similar a lo que gana un médico por el Estado. El salario que percibo como promedio está sobre los $1 700 mensuales. Soy médico general sin especialidad. Los especialistas ganan unos 2 500 en promedio, me refiero a los que están por su cuenta acá. El Gobierno les paga lo mismo a los especialistas cubanos que vienen de misión, solo que el Estado cubano les da el 30%, quedándose con el resto”.

También desde Brasil, un especialista en medicina familiar, me contó muy enérgico que a pesar del aumento del 10% que se les hizo por parte del Gobierno de este país a partir de la renovación del contrato en septiembre de 2016, a ellos se les mantuvo un salario que no llega al 30% de los 11 500 reales brasileños (alrededor de $3 500).

En definitiva, una cadena de explotación humana que comandada por el gobierno cubano en su propio beneficio, cuenta con la complicidad de gobiernos supuestamente progresistas de la región como Venezuela, Ecuador y hasta no hace tanto el Brasil de Lula y Rousseff mientras silencian y prohijan este verdadero abuso sobre los profesionales.