Uruguay expulsó a un diplomático de ese orígen que fue sorprendido en las cercanías de la Embajada de Israel al momento de detectarse un artefacto explosivo.
El gobierno pidió que se brinde especial protección a la comunidad judía en el país y la identificación del conductor de un carrito recolector que fue quien sacó un maletín sospechoso de un contenedor y lo colocó en las cercanías de la Embajada de Israel en noviembre pasado.
El hecho, sumado al hallazgo en enero de un artefacto en las inmediaciones del World Trade Center, a donde se mudaba la Embajada, precipitó la salida del diplomático iraní Ahmad Sanad Gol de Uruguay que había sido captado en el primer incidente por las cámaras de seguridad en las cercanías del lugar.
«He pedido en un informe reciente la protección especial de la Embajada de Israel, de los funcionarios de la Embajada, de cada uno de ellos, y de actividades de la colectividad judía en el Uruguay. En todos esos casos tenemos que tener prevención absoluta de todo. Tenemos que tener precauciones especiales porque hay un ambiente de aguas agitadas», afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro a radio El Espectador.
Pese a la medida, Almagro enfatizó que «no ha habido amenaza iraní». «Prevengo sobre una circunstancia y una situación. A mi no me gustan esas casualidades y ordeno que se cumpla con mayor vigilancia. No hay una amenaza, pero son hechos raros. Un maletín al lado de un contenedor de basura. Otro artefacto colocado más lejos y fuera del alcance de cámaras. Acá hay cosas que no me gustan entonces pido eso», agregó.
Asimismo Almagro sostuvo que se pidió a Inteligencia la identificación del conductor de un carrito recolector de residuos detectado por cámaras en noviembre pasado en las inmediaciones de la exsede de la Embajada de Israel en la calle Bulevar Artigas.
«El maletín fue dejado por alguien que pasó en un carro tirado por caballos. Se detiene en un contenedor, saca papeles y cartones, saca el maletín y lo coloca afuera del contenedor. Pedimos a Inteligencia la identificación del conductor de ese carro de caballos para interrogarlo. Hay algo que no coincide. Saca cartones que valdrán $ 50 y deja un maletín que valdrá US$ 100. Si ese recolector estaba haciendo negocio al siguiente contenedor estaba fundido», dijo Almagro quien aseguró que no sabe si «lo han encontrado», pero presume que «nos va a dar pautas de si está conectado a alguien o no».
«En estos casos cuando hay relaciones tan sensibles entre dos países y se da la circunstancia de que esté este maletín allí, inofensivo se nos puede acusar es de actuar con excesivo celo profesional. No presumimos nada», insistió el Canciller.
El gobierno publicó el viernes pasado un comunicado de prensa en respuesta a la versión publicada por el diario Haaretz, acerca de que un diplomático iraní fue expulsado del país por su conexión con los hechos sospechosos de atentados contra la Embajada de Israel. En el texto se utilizó el término «inadmisible» para describir la coincidencia de que en las filmaciones de un hecho anterior se hubiese visto al funcionario iraní Sanad Gol en las cercanías.
Almagro sostuvo que se utilizó el concepto «inadmisible» porque «no se puede admitir que justo estuviera ahí el maletín y el auto de la embajada de Irán. No es admisible esa casualidad y no quiero que pase esta casualidad. La Embajada de Irán tiene que tener claro que existen 200.000 ópticas y pueden ir a otro lado a atenderse. No es zonas vetadas. Yo estoy diciendo que la casualidad de que se den dos elementos… si él hubiese ido en otro momento… el tema era la coincidencia», remarcó.
Pese a sus declaraciones, el canciller sostuvo que no puede «vetar la circulación de nadie porque hay que actuar bajo el derecho, pero le tengo que hacer saber a funcionarios diplomáticos cuando una situación puede ser malinterpretada y puede llevar a un elemento de enojo entre dos países. Uno tiene que actuar como buen padre de familia. Yo no voy a esa clínica de ojos porque le quito toda posibilidad de coincidencia», afirmó.
Almagro sostuvo que el gobierno ya le había llamado la atención a la embajada de Irán y la de Israel años atrás cuando «los dos países habían elegido para intercambiar conceptos sobre sus diferencias acá en Uruguay». «Los tuvimos que llamar a los dos embajadores y decirles: los conflictos los pueden dirimir en Naciones Unidas pero acá no tienen por qué agitar las aguas de los problemas de sus países».
El funcionario dejó en claro que la embajada de Israel «nunca hizo un planteo formal o informal de que nosotros echáramos o pidiéramos que se fuera formal e informalmente esta persona del Uruguay» en referencia al diplomático iraní.
Asimismo sostuvo que no lo conocía. «Sé que era la persona de carácter político. Tenía relaciones y reuniones con todos los partidos políticos. Yo nunca traté con él. Las personas lo describen como alguien muy afable. Pero no era una persona que se dedicara a tener relación con un partido como sí tienen otras embajadas», concluyó.