Muere otra mujer atropellada por Julián Materia

Una mujer  el pasado 4 de octubre residente en el Hogar de Ancianos de la Gruta de Lourdes, falleció  hoy como consecuencia de las heridas recibidas.

Quien conducía el automóvil en aquella ocasión era el jóven Julián Materia, quien un tiempo antes había embestido a la bailarina Yésica Parra también fallecida por las heridas recibidas en el siniestro.

La fiscalía de Delitos Culposos dispuso que la causa por el siniestro ocurrido en Paso y Mendoza el mes pasado sea caratulada como homicidio culposo.

La autopsia de Susana Rey, una mujer de 68 años, será llevada a cabo mañana al mismo tiempo en que comenzará a tomarse declaración a los testigos y peritos que participaron del hecho.

Aunque la autopsia para establecer los motivos del deceso de Susana Rey -de 68 años- se realizará este miércoles, la Justicia dispuso otras medidas. Entre otros requisitos, personal de la Dirección Departamental de Investigaciones tomará declaración al médico de que asistió a la mujer en el Hogar de Lourdes y solicitará copia de la historia clínica al establecimiento privado donde fue operada.

Se sabe que desde el momento en que fue arrollada Rey fue tratada en el HIGA por fractura en una de sus piernas, debiendo ser nuevamente internada días después por una infección en la rodilla. Ello hace pensar que el deceso no sería en principio consecuencia directa del impacto recibido por el automóvil manejado por Materia.

El abogado Facundo Caparelli  confirmó que de acuerdo a “la declaración del médico clínico que atiende a las pacientes en el Hogar”, las causas del deceso nada tienen que ver con el hecho del pasado 4 de octubre.

En el caso de Yésica Parra y mientras se espera la designación del  Juzgado Correccional en lo Penal donde se desarrollará el juicio, la Justicia de Garantías rechazó el pedido de absolución de Julián Materia y del conductor de la motocicleta Patricio Piccoli.

Pero más allá de cualquier circunstancia lo que sorprende realmente es que Matria pudiese estar manejando un automóvil, al mismo tiempo que asusta la imprudencia criminal y/o impericia que lo caracteriza.