MURIÓ NISMAN

El acuerdo entre EEUU e Irán en materia nuclear representa un golpe mortal sobre las ya de por sí escasas posibilidades de investigar que pasó con el fiscal del caso AMIA.

Cristina puede estar tranquila; se acabaron las presiones internacionales para investigar la responsabilidad iraní en el atentado al edificio de la AMIA.

El acuerdo al que arribaron el país de los ayatollah y Estados Unidos pone término a treinta años de enfrentamiento y coloca en blanco sobre negro una realidad hasta hace poco impensada: hoy Irán pasa a ser el principal socio de los norteamericanos en Oriente Medio.

Y ya sabemos que cuando de socios se trata, los EEUU no es muy cuidadoso en eso de investigar sus crímenes. Saddam Hussein -tan asesino cuando era el «niño mimado» como cuando cayó en desgracia- o Muhamar Kaddafi, o Mubarak o Pinochet son ejemplos claros de lo que aquí decimos.

Punto final para la investigación del atentado y punto final para el eje del mal.

Y también punto final para un memorándum de entendimiento al que todos parecen estar de acuerdo en dejar morir en la calle de la inconstitucionalidad en la que parecen sentirse cómodos. Total, ya no tiene sentido alguno encubrir lo que nadie investigará.

Ni siquiera el estado de Israel podrá ahora torcer esta nueva realidad; su posición ha ido perdiendo peso de la mano de la aparición de «los nuevos socios». Tal vez ahora deba concentrar todos sus esfuerzos en, nada más y nada menos, sobrevivir.

Murió Nisman…y esta vez es para siempre.