Murió Osvaldo Orcasitas, un imprescindible

Por José Luis Ponsico (*) – El deceso de Osvaldo Ricardo Orcasitas, popular «ORO», de 71 años, excelente periodista, docente, «Biblioteca» del básquetbol, deja dolor y el vacío de los imprescindibles.

Era al baloncesto lo que fue Julio Ernesto Vila al boxeo. Sabio, moderado, lejos del ruido, oropeles. Estudioso, conceptual, al
tiempo que hacía de investigación periodística,de trabajo artesanal.

Llegado de Mercedes, Corrientes, en el ´68 ingresó en la Redacción de «El Gráfico». Con una línea editorial recordada. Tiempos de Carlos Fontanarrosa, Julio Pasquato (Juvenal), Héctor Onesime y Ernesto Cherquis Bialo, entre otros.

En el´74 era imprescindible en la publicación más prestigiosa del deporte argentino siglo XX. Escribía sobre básquetbol, su pasión, editaba, tenía el manejo de las corresponsalías en su ritmo febril y silencioso.

Diez años más tarde su prestigio era tal que lo convocaron para dar impulso junto a León Najnudel a la Liga Nacional de Básquetbol. La pasión por el baloncesto lo hizo parte «de la revolución» como se dio.

El básquetbol de sentido «federal», yendo a todos los lugares del Interior. Orcasitas, buen provinciano, sintió «un llamado» de los lugares lejanos al centralismo, universo de las «estrellas».

Hace cinco años en mediodía caluroso en plena presentación del libro «Cien deportistas porteños» (Víctor Lupo y Horacio Del Prado) el cronista tuvo ocasión de estar cerca de Orcasitas.

No estaba bien de salud el notable santafesino Edgard Parizzia. Al preguntarle por el «Tubo» que la «rompió» en San Lorenzo los ’50 y ’60, Orcasitas brindó cátedra sobre juego de Parizzia y escenario de los grandes de ése tiempo.

Preguntarle algo a Orcasitas era comprender el deporte, básquetbol, ciclos de grandes equipos y reseñas de protagonistas inolvidables.

Sus restos son velados en la avenida Córdoba 3677, Ciudad Autónoma. Entre las citas de Emanuel Ginóbili y Sergio Hernández dos grandes figuras de nuestro baloncesto, se recogió una síntesis:

«Maestro, gracias por todo», decían.

(*) Columnista de la Agencia Télam (Especial para Libre Expresión)