La estrategia es clara y lo ocurrido con Fayt es solo una parte de ella. El gobierno pretende desprestigiar a todos los integrantes de la Corte y avanzar sobre el cuerpo en su conjunto.
En medio de la polémica por la permanencia del ministro más longevo del máximo tribunal, el oficialismo advirtió que si tuviera una denuncia podría extender una investigación hacia los demás magistrados.
Así lo señaló la diputada kirchnerista que preside la Comisión de Juicio Político, Anabel Fernández Sagasti, quien señaló que si se comprueba que «como se denuncia, le hicieron decir» al juez Carlos Fayt «cosas que no dijo, todos los jueces son responsables».
Nota Relacionada: La Corte ratificó a Ricardo Lorenzetti y justificó la ausencia de Carlos Fayt
El jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández, también cuestionó la actualidad de la Corte al señalar que de ser la de «mayoría automática se convirtió en la minoría automática» e insistió en que el número de integrantes del máximo tribunal se reduce aún más porque Fayt «no opina».
Desde la oposición, el senador nacional Adolfo Rodríguez Saá insistió con la necesidad de que se abra un proceso de «diálogo» para lograr un «acuerdo patriótico» entre la oposición y el oficialismo para resolver las vacantes en la Corte Suprema de Justicia.
Luego de que la comisión de Juicio Político autorizara abrir una investigación para determinar si el magistrado de 97 años conserva idoneidad para ejercer su cargo, Fernández Sagasti advirtió que si los «funcionarios de la Corte y los colaboradores de Fayt no asisten, tenemos derecho a presumir que ocultan algo», por lo que esto «agravaría la situación».
La dirigente de La Cámpora reconoció que la investigación abierta contra Fayt es el paso previo al proceso de destitución, pero remarcó que hoy lo que les «preocupa es que se duda de las capacidades cognoscitivas de un juez».
