¿Un infiltrado?: Arroyo sigue boicoteando el verano de Mardel

Omar Suárez se convirtió en un  ferviente defensor de Mar del Plata cuando todos atacaban Ahora el municipio le saca de prepo el cartel que publicitaba su exitosa obra «Cocodrilo». ¿Por qué?

Hay cosas que no se pueden entender y una de ellos es la de perder aliados en el medio de un camino que por cierto no abonan las rosas. Carlos Arroyo sin embargo insiste en dejar sin argumentos a todos aquellos que, aún contra lo que podría llamarse «la razón», defienden con uñas y dientes a una ciudad que en lo que va del verano solo se caracteriza por los escándalos y locuras de sus gobernantes.

Cuando a fines de 2015 quedó en claro que la gran mayoría de los medios y quienes están vinculados al negocio del espectáculo habían resuelto bajarle el pulgar a nuestra ciudad, no fueron muchos los que se atrevieron a elevar la voz en su defensa y menos aún los que apostaron por una plaza en la que el estado no solo no ayudaba sino que además se constituía en una verdadera competencia desleal.

Entre los «resistentes» destacó Omar Suárez con su espectáculo «Cocodrilo» que contra viento y marea puso en escena en la siempre complicada calle Rivadavia. Y defendió a Mar del Plata, y salió al cruce de quienes la denostaban y aseguró que valía la pena apostar por nosotros.

Sin embargo, y cuando apenas han transcurrido unas semanas del inicio de la temporada, el municipio no puede evitar dar la nota y le retira el cartel promocional que había instalado como única publicidad sobre la calle en la que actúa. Un cartel que, dicho sea de paso, no representaba riesgo alguno ni incomodidad para quienes por allí transitan.

¿Alguien podría sorprenderse si Suárez, como tantos otros, se va de la ciudad que así lo trata dando un portazo?.

No hay nada que hacerle, la actitud de la administración y la del propio Arroyo solo puede explicarse en una estupidez rayana en lo patológico o en una expresa decisión de demoler a Mar del Plata como opción turística. Todo lo que se hace es para escandalizar, entorpecer, y abochornar a la ciudad. Y vaya si lo logra…

Por eso el título de esta nota…¿no será un infiltrado?