Las materias primas están dando más dolores de cabeza, sobre todo para los países productores, tanto energéticos como agrícolas.
Ayer fue un verdadero martes negro para los commodities: el petróleo enhebró su tercer día de baja consecutiva, y de desplomó 3,6% para terminar por debajo de u$s 45 el barril WTI Texas, el menor precio para los últimos cinco años y medio, y arrastró al maíz, que retrocedió 4,1% en Chicago, al trigo bajó 1,3% y la soja, que resignó otro 1%.
La soja y el maíz marcaron nuevos mínimos para los últimos 30 días de operación, y la soja quedó en una zona que hace unas semanas los analistas marcaban como de «soporte» técnico.
El derrumbe en los precios del petróleo, sumados a la renovada fortaleza del dólar contra otras monedas, fue determinante para el comportamiento en Chicago, principal plaza global para las materias primas agrícolas, que ya venía golpeado por el informe mensual de oferta y demanda de cereales y oleaginosas que el lunes difundió el Departamento de Agricultura estadounidense (Usda) y que hizo que la soja arrancara la semana con la mayor caída diaria de los últimos seis meses.
En dos ruedas, la oleaginosa principal fuente de divisas para la Argentina retrocedió 17 dólares por tonelada. Ayer, el contrato más activo cerró a u$s 368,9 la tonelada, casi 100 dólares menos de lo que el mismo contrato valía hace un año. Eso porque además de la cosecha récord estadounidense, el Usda incrementó sus previsiones de inventarios norteamericanos hacia final de la campaña (junio) con una demanda global sostenida pero que no crece al ritmo de la oferta, con Brasil también con estimación de cosecha récord, de más de 95,5 millones de toneladas.
Así, los pronósticos de un 2015 más que complejo para los commodities, que delineaban diversos analistas hace pocas semanas empezaron a cumplirse.
A los precios actuales de Chicago, la campaña sojera, si se prevé una producción de unas 52 millones de toneladas (el Usda calcula 55 millones, pero los especialistas creen que el dato está sobreestimado y será corregido en los próximos informes), hoy vale u$s 5000 millones menos que a principios de 2014.
Si la comparación se hace con los valores de mayo, cuando por escasez en EE.UU., la soja se disparó a u$s 540 la tonelada, la soja argentina pasó de representar u$s 28.080 millones en mayo a u$s 19182,8 millones hoy, una baja de u$s 8897,2 millones.
La caída en los valores está teniendo efectos diversos. Además de que China subió en parte su demanda por poroto no procesado, los productores, no solo argentinos, sino también de EE.UU. y Brasil, extremaron la cautela a la hora de deshacerse de sus productos.
De acuerdo con datos oficiales, en Brasil, los productores llevan vendida el 31% de la cosecha de soja futura, contra el 43% que habían comercializado hacia la misma fecha de 2014.
En Argentina, en tanto, al 7 de enero último, la exportación y la industria informó compras por algo más de 2,8 millones de toneladas de la soja 2014/15, apenas por debajo de lo que se había comercializado para la misma fecha el año anterior.
El nuevo retroceso en Chicago volvió a significar una nueva jornada con escasa actividad en los mercados granarios locales. La soja disponible terminó en leve baja, hasta u$s 286,5 por tonelada, mientras que las posiciones a cosecha (mayo) retrocedieron 1,2% hasta u$s 241 la tonelada.