Otra «Arroyo’s Idea»: aislar su palacio de molestos ciudadanos

No se podrá estacionar en las adyacencias del municipio, pero no se ha previsto que hacer con los miles de marplatenses que viven en la zona vedada. ¿Más espacio disponible para piqueteros?.

El Ejecutivo local anunció el proyecto denominado “Prioridad Peatón”. Con esta iniciativa, se busca transformar las calles adyacentes al Palacio municipal y mejorar la circulación a pie.

En campaña Carlos Arroyo había anunciado la prohibición de cortes de calle y quema de neumáticos en la zona del palacio municipal. Como con tantas otras promesas, esta no tuvo cumplimiento alguno. Y ahora parece que lejos de beneficiar a los vecinos el intendente solo busca la comodidad de sus funcionarios y aleatoriamente de quienes vayan a protestar al lugar.

Esta propuesta restringirá el tránsito  e impedirá el estacionamiento en San Martín, entre La Rioja y Mitre, ni en Hipólito Yrigoyen, entre Rivadavia y Luro. “Desde el 15 de diciembre al 30 de enero se realizará una prueba piloto”, adelantó el secretario de Obras y Planeamiento Urbano de la Comuna, Guillermo de Paz.

“Buscamos darle prioridad al peatón, como sucede en CABA con algunas calles del microcentro que han adoptado esa temática”, aseguró el funcionario. En ese sentido, desde el Ejecutivo explicaron que “este proyecto que ya tuvo su experiencia exitosa en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiene un presupuesto oficial de $4.358.271″.

Es decir que la municipalidad destinará esos varios millones a un proyecto a todas luces absurdo en una ciudad que no tiene capacidad de estacionamiento y en una zona en la que el acceso en automóvil es, en pleno verano, un caos.

¿Qué harán los vecinos residentes que viven en edificios sin cocheras?, ¿controlará el municipio que los pocos estacionamientos privados no se hagan «el veranito» cobrando precios abusivos?.

Otra improvisación, otra «prueba-error» aconsejada por los nuevos dueños de la ciudad, encarnados en los cráneos del PRO en el gobierno porteño.

Otra demostración acabada del lema de moda en Mar del Plata que no es otro que «La improvisación al poder».