Peñarol no pudo ante un diezmado Boca

El conjunto «milrayitas» cerró la primera fase con una amplia derrota ante Boca por  66-86 en el Polideportivo. Ya clasificado al Súper 8, el local se mostró desconcentrado.

Aún diezmado, Boca con Matías Sandes lesionado y sin pivote extranjero, mostró gran determinación y aprovechó su certeza en triples para llevarse un merecido triunfo de Mar del Plata. En Peñarol jugó apenas 7 minutos Adrián Boccia, quien fue preservado por un sobrecarga en el aductor.

Con cierta falta de concentración, el partido arrancó muy liviano, casi sin faltas y con defensas endebles. Un buen aporte de Pedro Calderón le dio la ventaja inicial a Boca, pero el local se acomodó de inmediato con la aparición de Leo Gutiérrez y la determinación de Konsztadt y Giddens. La media cancha del conjunto visitante resultó vital en ataque y el cuarto culminó con dominio de Boca (15-17).

En el comienzo del segundo cuarto, un triplazo de Giddens puso a Peñarol al frente por primera vez en el partido (18-17) y la respuesta de Boca no se hizo esperar con tres triples seguidos (18-26). Leo Gutiérrez siguió tomando protagonismo en ofensiva y fue bueno el ingreso de Massarelli para equilibrar las acciones. Con un doble de Giorgetti corrigiendo un triple errado de Leo, el «milrayitas» volvió a pasar al frente (30-29) y contestó al tiro externo de Boca con dos bombas seguidas de Sahdi y un adicional (39-37). Sin salir de la paridad, el período se cerró con Boca arriba por la mínima (39-40) tras el tiro desde afuera de Giddens que bordeó el aro y salió.

El desarrollo se mantuvo parejo con ambos equipos alternándose en el dominio del marcador. Una ráfaga de Martín Leiva le dio vida a Peñarol, pero Boca -bien conducido por Faggiano- empezó a lastimar con los triples de Isaac Sosa y la diferencia se amplió a 10 puntos (48-58). El equipo de Rivero empezó a tomar decisiones equivocadas con cierta desesperación y el «xeneize» se escapó a 15 puntos (50-65). Descontó el local en el cierre del período pero se encendió una luz de alarma (55-65).

Con convicción, Boca salió decidido a llevarse el partido y mantuvo su efectividad para pasar a dominar con claridad ante un Peñarol sin argumentos para contrarrestar el buen juego del equipo de Ronaldo Córdoba. El final fue holgado en favor del elenco visitante y la victoria se consumó con notoria superioridad en el marcador.