El conjunto marplatense recibirá esta noche a las 21 en Once Unidos a Quimsa de Santiago del Estero, el equipo de mejor rendimiento de la temporada de Liga Nacional.
Peñarol, que pese a su caída del último sábado ante Olímpico, está en un buen momento afronta hoy la prueba más alta que le puede deparar la Liga Nacional de básquetbol. Recibe a Quimsa de Santiago del Estero, el mejor equipo de la competencia, «cortado» en la punta de la Zona Norte por una buena diferencia y que se reforzó con la incorporación de Leonardo Mainoldi.
El cotejo se jugará a partir de las 21 en el estadio de Once Unidos y será el último que Peñarol jugará en el escenario de Parque Luro. La próxima vez que le toque jugar como local, en el superclásico del 1 de marzo ante Quilmes, el conjunto «milrayitas» podrá hacerlo en el Polideportivo. Siempre que no gane la licitación para organizar uno de los cuadrangulares semifinales de la Liga de las Américas de Básquetbol.
Pese a sus muy buenos presentes, ambos equipos vienen de sufrir sorpresivas derrotas. A Peñarol se le escapó en el cierre un juego ante Olímpico en el que no las tuvo todas consigo. El triunfo, en realidad, coqueteó de uno a otro y se fue del lado de los santiagueños cuando parecía que iba a triunfar la apuesta de Fernando Rivero de asignarle a Alejandro Diez la marca de Jesse Pellot. Sin embargo, el puertorriqueño se libró de su marcador en el momento oportuno, convirtió siete puntos en los últimos dos minutos y selló el vuelco.
El equipo marplatense extrañó el habitual buen rendimiento de Adrián Boccia, quien acusó los efectos de una semana complicada, en la que estuvo un día internado a raíz de una deshidratación.
El rosarino, tras el partido, viajó a Buenos Aires a visitar a su esposa y su hijo recién nacido y ayer regresó a Mar del Plata. Con dos días más de recuperación, hoy volverá a estar a disposición de Fernando Rivero. Lo mismo que Leonardo Gutiérrez, quien sigue entre algodones, pero jugó en buen nivel ante Olímpico.
Alejandro Diez, por su parte, quien venía recuperándose de un desgarro, actuó sin aparentes dificultades. Y a la lista de «tocados» se sumó el estadounidense Justin Giddens, quien acusó un dolor en la rodilla, aunque no le impidió entrenar.
Quimsa también viene de sufrir una caída inesperada. En el comienzo de su gira bonaerense, el domingo cayó por 75 a 69 ante Bahía Basket en el «Osvaldo Casanova». Leonardo Mainoldi, la gran incorporación que selló la semana anterior y que termina de encumbrarlo como gran candidato al título, no tuvo el debut esperado y terminó sin puntos y con seis rebotes en nueve minutos de juego.
Sin embargo, en la medida en la que se adapte a una competencia en la que jamás jugó y a sus nuevos compañeros, será un hombre importantísimo en la estructura del equipo de Silvio Santander.
El último antecedente entre Quimsa y Peñarol favorece a los santiagueños, que se impusieron 81 a 66 en una de las semifinales del último torneo Súper 8.
Al estar ocupado el estadio de Once Unidos por el partido de Quilmes, los dos equipos entrenaron anoche en el microestadio «Domingo Robles» de la sede peñarolense.
Fuente: La Capital