Cuba y Estados Unidos muestran su voluntad de trabajar en estrategias conjuntas para combatir el ébola en África occidental y prevenir su expansión en América.
Una delegación estadounidense participó, entre el miércoles y este jueves, en una reunión técnica celebrada en La Habana y convocada por los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), con el fin de fomentar la cooperación en la lucha contra la enfermedad, que ha contagiado a más de 10.000 personas en el continente africano y ha matado a cerca de la mitad.
“Esta es una emergencia mundial y todos debemos trabajar unidos y cooperar en este esfuerzo”, sostuvo el miércoles Nelson Arboleda, el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos para Centroamérica (CDC) y uno de los dos oficiales estadounidenses que viajaron al encuentro en La Habana, al que asistieron 254 representantes de 32 naciones de la región. “Apoyamos a los países y a los ministerios de Salud de las Américas para asegurar que tengan las capacidades adecuadas para poder responder a una posible introducción del ébola. Estamos dispuestos a cooperar con todos los actores que están trabajando en la región para asegurar una respuesta eficiente a nivel mundial contra este virus”, añadió.
La reunión, de carácter técnico, fue pautada durante la cumbre extraordinaria de los países de la ALBA, celebrada el pasado 20 de octubre en La Habana por iniciativa del presidente cubano Raúl Castro, con el objetivo de coordinar esfuerzos en la lucha contra la epidemia. En aquella oportunidad, Castro llamó a sus Gobiernos aliados de izquierda a sumarse a las iniciativas puestas en marcha por Naciones Unidas y por la Organización Mundial de Salud. El mandatario aseguró entonces estar dispuesto a trabajar “codo a codo” con todos los países, “incluyendo a Estados Unidos”. Este país, en respuesta, puso a la orden del personal cubano toda la ayuda en caso de que se produjera un contagio.
Cuba prometió enviar 461 médicos y enfermeros a tres de los ocho países africanos más afectados por el virus, de los cuales 256 ya se encuentran distribuidos en Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry desde principios de octubre. Uno de estos cooperantes, el economista Jorge Juan Guerra Rodríguez, de 60 años, falleció el 26 de octubre en Guinea por un “paludismo con complicación cerebral”, según informó el Ministerio de Salud Pública de Cuba a través de un comunicado. De acuerdo con la versión oficial, Rodríguez trabajaba como administrador de la brigada médica y había llegado a África 20 días antes de su muerte. Durante el encuentro del pasado miércoles, la delegación cubana pidió a los participantes un minuto de silencio en su honor.
Desde la otra orilla, Mario Díaz-Balart, congresista republicano de origen cubano, calificó como un “escándalo” la presencia de oficiales de salud estadounidenses en la reunión de La Habana y que Estados Unidos elogie el envío de médicos cubanos a África. “No hay nada de caritativo en las acciones de la dictadura cubana en África, y no hay paridad entre los médicos estadounidenses y los cubanos. Los médicos cubanos están capacitados apresuradamente, mal equipados y obligados a trabajar en condiciones peligrosas, mientras que la mayor parte de su paga se desvía hacia la dictadura de Castro. Que un oficial estadounidense apruebe su explotación abierta es indignante”, sostuvo este jueves.