¿Por qué el gobierno le puso precio a la vida de Lagomarsino?

El material que esconde la clave de toda la investigación tiene una llave de apertura:Diego Lagomarsino. Por eso el gobierno, casi con desesperación, lo condenó a muerte.

Los dos pendrive y un disco rígido extraíble encontrados en el departamento de Alberto Nisman están encriptados. Y todos saben que la única persona que tiene la llave a esa información se llama Diego Lagomarsino.

Ese ese es el motivo de la custodia ordenada por la Policía Federal y lo es también DE LAS JUGADAS CONTRA RELOJ DEL GOBIERNO PARA CAMBIAR LA CÚPULA DE LA FUERZA, YA QUE EN EL ENTORNO DE CRISTINA TOMAN LA «PREOCUPACIÓN» DE LOS FEDERALES POR LA SALUD DEL TESTIGO COMO UN CLARO CHANTAJE AL PODER.

La clave de las pruebas de Nisman están en esos tres pequeños dispositivos de cuya existencia sólo sabían el muerto y su amigo y colaborador. Ya nadie duda que ese material fue el motivo de la última charla que mantuvieron en las torres Le Parc horas antes de la muerte de Nisman.

El caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman suma cada día un nuevo capítulo. Recientemente, se conoció que dentro de una de las cajas fuertes que se encontraban en su departamento, ubicado en una de las torres de Le Parc de Puerto Madero, contenía dos pendrives encriptados y un disco rígido extraíble. La policía se encuentra trabajando para desencriptar estos objetos y saber qué es lo que contienen. Sin embargo, dependiendo del nivel de encriptado, el trabajo puede ser simple, difícil o «imposible».

“La definición de encriptar es convertir un texto legible en ilegible. El objetivo es que encuentres algo y no lo puedas leer. Hay cientos de algoritmos de encriptado, diferentes formas de convertir un archivo en algo que no se entienda. En ese contexto, para desencriptarlo, va a depender mucho de que algoritmo de cifrado se use”, asegura Sebastián Bortnik, gerente de investigación y tecnología de la empresa de seguridad informática ESET a Infotechnology.com.

A la hora de desencriptar un archivo, primero se estudia el tipo de algoritmo de cifrado y luego se intenta obtener la clave del cifrado. “Es un valor que pone la persona que está encriptando. Muchas personas pueden usar el mismo algoritmo pero distintas claves. Si la clave es compleja, es más difícil”, sostiene el experto y utiliza un ejemplo cotidiano para explicarlo: “Es como cuando uno comprime un archivo en un .ZIP y le agrega contraseña. Para entrar a los archivos hay que abrir el .ZIP, pero sin la clave no se puede entrar”. Dependiendo de la dificultad de la contraseña existen distintas maneras de obtenerla. “Si la clave no es muy compleja se puede usar un ataque de fuerza bruta, en donde se prueban miles de combinaciones posibles a partir del algoritmo de cifrado que se utilizó”, asegura.

¿Quién pudo encriptar el material en manos de Nisman y que suponía el último escalón, reservado y dramático, de la investigación.

Obviamente hay un sólo camino y conduce a Diego Lagomarsino.

El gobierno, desesperado al sabe r que en ese material hay dos escuchas que compromete al máximo nivel del Ejecutivo, le puso precio a la cabeza del colaborador de Nisman.

Lagomarsino, asesorado por sus abogados, no accede por ahora a dar la clave que abriría la Caja de Pandora. Exige garantías para dar las claves y esas garantías, por el momento, no le pueden ser entregadas.

Y en la Casa Rosada ya no creen que sus expertos puedan resolver un material que ha sido cifrado por alguien que es un experto de primer nivel.

Todos saben que es lo que hay dentro de esos dispositivos y tiemblan de sólo pensar que puedan hacerse públicos. pór eso tratan de hacer realidad las dos funciones: «enter» y «delette».

Sin embargo, todo depende del nivel de cifrado que se utilizó. “Si encontrás un archivo cifrado puede ser muy fácil, difícil o imposible de desencriptar. Si fue hecho por profesionales, el mismo que hace el cifrado suele hacer una solución para desencriptarlo. Lo más probable, es que (en el pendrive de Nisman) se haya utilizado una aplicación para encriptar más simple y, en ese caso, la contraseña se podría adivinar. Si uso una app de encriptación que pide contraseña al usuario, y que tenga que ser escrita por un humano, ahí hay más esperanza”, explica.