Fallaron la mitad de los días que van del año. Según los expertos, en los errores influye más la falta de equipamiento que el cambio climático.
Una de las primeras preguntas que suelen escucharse en una casa es: “¿Cuántos grados hace?”. Y detrás llega: “¿Anunciaron lluvias?”. Es que entre el calor extremo y los alertas meteorológicos se encuentra uno de los temas diarios de charla del verano: el clima. Y como en la TV, la radio, Internet y diversas aplicaciones en el celular se puede conocer al instante el pronóstico del tiempo, la mayoría de la gente está informada. Sin embargo a veces esa previsión, siempre basado en probabilidades, falla. Así sucedió en la primera quincena de enero en Mar del Plata, ya que el Servicio Metereológico Nacional (SMN) erró el 46% de sus anuncios, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires se equivocó una de cada tres veces.
Alcanza con relevar qué auguraba el pronóstico del tiempo a partir del inicio de 2015 para hacer cuentas y evaluar que tras 15 días en la Costa Atlántica, ocho fueron correctos y los otros siete, fallas. En estas primeras semanas, el clima oscilante dominó las jornadas en Mar del Plata. Días que arrancaron con el cielo cerrado y nublado, terminaron a pleno sol, y otros que habían comenzado despejados se cerraron con amenaza de lluvia.
En cambio en la Capital Federal esa brecha se agrandó ya que cinco anuncios fueron errados (lo que significa un 33%), y los otros diez (67%), acertados. Fue cambiante en muchas ocasiones el clima. El miércoles, por ejemplo, mientras en Villa Crespo llovía copiosamente, en el barrio de Constitución, no caía una gota.
“Este es un momento de inestabilidad. Y en verano el pronóstico es más complejo que en invierno”, le comentó ayer a Clarín el doctor en ciencias de la atmósfera y asesor de la dirección del SMN, Héctor Ciappesoni. Pero aclaró que 2014 fue “el de mayor acierto en Capital y Gran Buenos Aires con el 86% de aciertos para las 24 horas posteriores. Y eso que fue un año que llovió mucho y cuando llueve es cuando hay más errores”.
Los datos del año pasado son al fin y al cabo, un reflejo de la mejora a la hora de pronosticar ya que en 1995 no se cumplían 3 de cada 10 pronósticos de lluvias que se daban para los dos días siguientes. En tanto en 2013 esa cifra bajó y fue de 2 de cada 10. Hace 20 años los pronósticos promedios para un día se acertaban en el 71.5%. En cambio en 2013 el 84,8% estaban correctos. En los casos de 3 días, el 65% se verificaba en 1995 y trepó al 79% de aciertos hace dos años.
¿El equipamiento con el que cuenta el país influye en los pronósticos? Para Ciappesoni “la puesta en marcha del sistema de radares contribuirá también a que los pronósticos sean más acertados en un futuro cercano. A fines de 2016 habrá 18 radares. Ya están en Bariloche, Capital (la está ubicada en Dorrego y Lugones), y Córdoba, Pergamino, Ezeiza, Mendoza y Salta. Mejorarán las alertas de tormentas, vientos fuertes, tornados y granizo. Y habrá mejor aviso a corto plazo, a 3 horas”.
Mientras tanto, será cuestión de llevar siempre un paraguas en el bolso. Por las dudas, claro.