Redacción – El sorteo de 30 carpas en los balnearios del sur, tomado como un acto de campaña del Frente de Todos, es otra demostración de la torpeza política y la falta de respeto de sus autores.
Si algo ha hecho este último tiempo es responder a la vieja pregunta de porque el peronismo pierde siempre en Mar del Plata, sin que sus muchas máscaras logren revertir ese destino trágico.
Perdió como cafierismo, como menemismo, como duhaldismo, como kirchnerismo y mucho más atrás en el tiempo fue derrotado como peronismo a secas.
La grosera inventiva que lo lleva a sortear 30 carpas en los balnearios de Punta Mogotes y convertir en un acto de campaña la disposición de bienes que aún concesionados siguen siendo del estado deja en claro la respuesta a aquella duda histórica: el peronismo pierde siempre porque sus dirigentes no entienden nunca.
“Hay una decisión política clara de los gobiernos nacional y provincial de ayudar a Mar del Plata y desde la administración Punta Mogotes queremos hacer nuestro aporte para que la ciudad tenga la mejor temporada de los últimos años”, indicó la administradora general del complejo, Mariana Cuesta, dejando en claro que la medida fue dispuesta desde las oficinas que ella comanda y no como una propuesta de los concesionarios privados.
Duele ver a candidatos que son a la vez profesionales hechos y derechos prestar su imagen y su sonrisa de fingida satisfacción cuando se prestan para la foto a sabiendas de que lo único que van a recibir del otro lado es el repudio de una sociedad harta de estos personajes que no dudan en echar mano a lo que sea cuando se trata de conseguir algún voto. ¿Pueden proponer una buena administración de la cosa pública quienes adhieren y acompañan a una propuesta política que solo sabe revolear bienes y dineros del estado para conseguir sus objetivos?.
¿De qué valen las largas peroratas, de pretendida consistencia conceptual, cuando se trata de explicar las finanzas públicas administradas por un adversario político cuando con el codo del ejemplo se borra lo que se escribe con la mano de la supuesta solidez en el manejo de los números?.
Los vecinos de Mar del Plata y Batán asisten, y no están dispuestos a dejarlo pasar por alto, a una fantochada electoralista que arrastra además el preconcepto de ver a los ciudadanos como miserables mercantilistas que van a aplaudir cualquier prebenda que se les ponga al alcance de la mano. Y las PASO demostraron que esto no es así y que la sociedad resuelve su voto con mucha más madurez y dignidad de lo que muchos candidatos suponen.
Por lo que seguramente, al día siguiente del comicio, muchos distraídos seguirán preguntándose porque el peronismo una vez más perdió en Mar del Plata.
Lo que la historia y los vicios partidarios ya han convertido en obviedad.