El equipo «cervecero» superó en el alargue a Bahía Basket por 87 a 86 tras haber dominado por una diferencia de casi 20 puntos. Ahora el Tricolor se medirá ante Peñarol el próximo lunes por el Súper 20.
Con la rotación disminuida por la ausencia de Maximilano Maciel (rodilla) ante un rival que exige un nivel de intensidad superlativo, Quilmes logró anoche una trabajada victoria sobre Bahía Básket, por 87 a 86, en tiempo suplementario tras igualar en 79. El “tricolor” fue amplio dominador en la primera mitad, pero abandonó su línea de juego en el segundo, obligado por el rival, y tuvo que ganarlo en la prórroga, en el penúltimo compromiso de ambos por el grupo D del Torneo Súper 20 de básquetbol.
Fue extraordinario el comienzo defensivo de Quilmes. Le negó cualquier opción a Anthony Johnson -sin dudas, una clave de juego-. Intenso y solidario, el “tricolor” obligó a la rápida sustitución de Johnson (ingresó Gerson) y Bahía se vio obligado a cambiar su plan inicial ante la eficacia de los impenetrables Iván Basualdo y Ricky Sánchez.
Tan firme estuvo el equipo local en ese arranque, que ni siquiera la imprevista salida del puertorriqueño para aplicarse un apósito en una mano, modificó las respuestas colectivas en ambos costados de la cancha. Su reemplazante fue Emiliano Basabe, quien rápidamente se hizo notar, con presencia defensiva y aciertos a distancia.
Los de Sebastián Ginóbili lucían desorientados ante semejante demostración defensiva de su oponente, que además encontró abundante gol con réplicas punzantes hasta un expresivo 24-7.
Esa distancia de 17 puntos, si bien se redujo por momentos, incluso llegó a incrementarse hasta un máximo de 18 (37-19). Lejos estuvo Quilmes de hacer un gran segundo cuarto ofensivo, pero sostuvo la supremacía con una defensa formidable. Los números no mienten, ya que dejó al equipo más ofensivo de la competencia (llegó al juego de anoche con 92,7 de promedio) en apenas 24 puntos.
Se presumía la reacción bahiense, pero no se esperaba que la diferencia se limara tan rápido. En sólo medio cuarto, los sureños se acercaron a apenas un triple (42-39). Quilmes perdió su patrón de juego, lo invadió la anarquía y el rival hizo su negocio. El local no acertaba desde afuera y tenía clausurados los caminos al aro.
El crecimiento individual de Luciano Parodi y de Santiago Vaulet propiciaron una mejoría colectiva ostensible de Bahía Básket, aunque Quilmes siempre tuvo a mano un recurso para sostener su delantera en el resultado por margen mínimo.
La buena defensa de línea de pase y un gran pasaje de Iván Basualdo le devolvieron una distancia tranquilizadora (65-56) en las cifras al local, aunque ya la historia había cambiado por completo. Aún con un mínimo aporte de Johnson (había sido desequilibrante frente a Peñarol), Bahía ya sentía que podía luchar de igual a igual por el partido, subió la confianza de todos y forzó un cierre cargado de incertidumbre.
Un triple de Nicolás Ferreyra (otra vez jugó muy bien) colocó a su equipo 79-73 a 2m30s del epílogo. Pero de allí en adelante, Quilmes no volvió a anotar y los bahienses lograron igualar con dos triples para forzar el suplementario.
Claro que antes, una discusión en el último tiempo muerto del tiempo regular (Enzo Ruiz le recriminó una mala decisión a Eric Flor y ambos se gritaron cara a cara ante el estupor general, aunque esas cosas suelen suceder). Lo cierto es que, como para sentar el precedente de que esa situación no puede repetirse, el entrenador Javier Bianchelli prescindió de ambos para una instancia tan crucial como el suplementario.
Los dos fallaron mucho en el alargue, pero a Quilmes le sobró de personalidad lo que le faltó de precisión. Defendió como lo había hecho al principio y un doble y luego un rebote clave de Basualdo garantizaron una victoria muy celebrada.
Quilmes (87): N. Ferreyra 21, E. Flor 13, E. Ruiz 8, R. Sánchez 7 e I. Basualdo 16 (FI). E. Basabe 16, O. Cantón 1, B. Sansimoni 5. DT: Javier Bianchelli.
Bahía Básket (86): L. Parodi 16, M. Fjellerup 13, J. Materán 0, G. Iglesias 0 y A. Johnson 3 (FI). Gerson 3, S. Vaulet 25, D. Bordignon 11, F. Corvalán 5, H. Jasen 10. DT: Sebastián Ginóbili.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Daniel Rodrigo, Silvio Guzmán y Gonzalo Delsart.
Parciales: 24-11, 38-24, 58-52 y 79-79.
Fuente: Marcelo Solari (Diario La Capital)