Como ocurrió en el Monumental, Carlos Sánchez le dio la victoria por 1-0 al conjunto de Marcelo Gallardo en la revancha de la Recopa Sudamericana.
Tras la victoria conseguida en el Monumental, River viajó al Bajo Flores con la intención de confirmar la superioridad demostrada en la primera final de la Recopa Sudamericana. En cambio,San Lorenzo llegó a la revancha con la obligación de revertir un marcador adverso, una tarea para nada sencilla si se tienen en cuenta los planteos habituales que propone Edgardo Bauza.
El reconocimiento a Juan Mercier por haber vestido la camiseta del «Ciclón» en 100 oportunidades quedó en el recuerdo cuando Néstor Pitana levantó el telón del primer acto. Más allá de las intenciones ofensivas que mostraron los protagonistas, el espectáculo comenzó con un ritmo trabado y violento. El duelo individual entre Teófilo Gutiérrez y Mauro Cetto, junto con la lesión de Franco Mussis dio cuenta de ello.
El ingreso de Facundo Quignón por el ex Gimnasia le brindó más libertades al «Millonario«. Una combinación entre el colombiano, Ariel Rojas y Carlos Sánchez estuvo cerca de enmudecer al Nuevo Gasómetro, pero la falta de efectividad del uruguayo mantuvo con vida al «Cuervo».
Sobre la media hora, un gran desborde de Julio Buffarini encontró en el segundo palo a Matías Caruzzo. El defensor dominó y definió con un potente disparo rasante que hizo lucir a Marcelo Barovero. Con una reacción extraordinaria, el arquero desactivó el peligro y mantuvo la ventaja conseguida en Núñez.
Una situación similar a la que le tocó vivir a Lionel Vangioni. Tras una hermosa creación de izquierda a derecha, en la que la pelota pasó por los pies de Juan Mercier, Pablo Barrientos, Martín Cauteruccio y Sebastián Blanco, el ex Newell’s tuvo que aparecer para salvar la valla visitante. De a poco los de Edgardo Bauza se fueron animando a jugar por abajo para dañar a su adversario.
En el complemento, el ex Quilmes insinuó la llegada de riesgo con un puntazo que no despertó grandes preocupaciones a «Trapito». La respuesta del combinado de Marcelo Gallardo llegó a través de un tiro de esquina. Un venenoso centro de Leonardo Pisculichi, que no pudo capitalizarGabriel Mercado, puso en jaque al arco defendido por Sebastián Torrico. Cuando pasó el susto, el «Patón» reemplazó al «Pitu» por Mauro Matos. El DT apostó por la cabeza del atacante con pasado en All Boys.
Por su parte, el cambio de Pisculichi por Gonzalo Martínez renovó el aire en el circuito ofensivo del elenco del «Muñeco«. El ex Huracán inquietó a los centrales blaugranas y junto a Teófilo Gutiérrez conjeturó una maniobra notable para que Carlos Sánchez festeje el 1 a 0. Los intentos de Matos y Héctor Villalba de conseguir rápido el empate fueron desactivados por la grandiosa tarea de Barovero. En las vidrieras de Núñez se hizo lugar para el primer título del año.
En Boedo podrán justificar la derrota a partir de la expulsión de Buffarini, las ausencias de Néstor Ortigoza y Leandro Romagnoli, como así también al hecho de haber comenzado la pretemporada una semana más tarde que su rival. Lo cierto es que San Lorenzo no juega bien desde que terminó con la fiesta de la Copa Libertadores.
En cambio, River supo reponerse a la histórica goleada sufrida ante Boca y, a pesar de haber terminado con diez por la expulsión de Ramiro Funes Mori, consiguió coronarse como el mejor del continente. Gloria que buscará repetir en las seis competiciones que tiene por delante.