El «Millonario» cumplió el anhelado sueño de ganar su tercera Copa, tras la de 1986 y 1996. Además, en diciembre jugará el Mundial de Clubes en Japón. Fue 3-0 con autoridad y presencia.
Dice un viejo refrán futbolero que las finales no se juegan, se ganan. Y eso hizo River esta noche, para abrazar la gloria máxima de América por tercera vez en su historia. El Millonario estuvo lejos de hacer un buen partido, pero venció por 3-0 a Tigres y se quedó con la Copa Libertadores.
Atrás quedaron 19 años de espera. Tiempos en los que la gloria fue del eterno rival. Las mieles de este éxito se disfrutan más por eso y porque hace cuatro años River conoció el infierno del descenso. Desde allí, desde un lugar ajeno a una historia tan rica, comenzó la reconstrucción. Ascenso, reacomodo a la máxima categoría, título en Primera, Sudamericana y esta noche…
Hoy los goleadores que escribieron con letras doradas su nombre fueron Lucas Alario, con un cabezazo memorable sobre el cierre del primer tiempo, Carlos Sánchez, de penal a quince del final, y el Mellizo Funes Mori, con un cabezazo para cerrar la noche. Con la goleada hasta hubo tiempo para la merecidísima ovación para el Muñeco Gallardo, el padre de la criatura.
Cuando el reloj marcó las 23.49 el juez Darío Ubriaco apuntó al cielo y desató la otra parte de la fiesta… La del nuevo campeón de América.