Un escándalo de proporciones se desató anoche a partir de la denuncia de la AAA sobre incumplimientos de la producción de Flavio Mendoza. Gritos y empujones.
La entrega de los Premios «Estrella de Mar», que se llevó a cabo este lunes en el Estadio Polideportivo Islas Malvinas, culminó con un fuerte cruce verbal y un intento de pelea surgido entre el productor teatral Ariel Diwan y un representante de la Asociación Argentina de Actores que dio un duro discurso en su contra.
La ceremonia, conducida por Horacio Cabak y Teté Coustarot, transcurría con total normalidad mientras los galardones marcaban la consagración del coreógrafo y bailarín Flavio Mendoza hasta que un sindicalista del gremio de Actores disparó contra la obra Stravaganza y Ariel Diwan, su productor.
«Extendemos el saludo a los empresarios teatrales que generan fuentes de trabajo, encuadrados en elementales reglas de convivencia, respetando los convenios colectivos de trabajo», dijo el hombre durante la entrega del premio especial «Carlos Waitz»; y agregó: «Pero para ser justos, cabe mencionar también a quien desoyendo la resolución de la justicia, no cumple con esa premisa. Desde nuestro sindicato decimos que seguiremos luchando para revertir esta situación. Para que (Ariel) Diwan, de esa empresa se trata, no siga vulnerando derechos laborales y para que no ponga en riesgo nuestro sistema solidario de salud. Muchas gracias compañeros».
Como respuesta, al momento de subir al escenario a recibir el premio a la terna «Variedades» por «Stravaganza», Flavio Mendoza –acompañado por Diwan, Gisela Bernal y Noelia Pompa- dijo: «Mi hermana me dijo que no diga nada, pero algo tengo que decir. Mi productor y compañía le da trabajo a más de 350 personas entre bailarines, acróbatas, actores, cantantes, músicos. Creo que los bailarines tenemos el lugar que no teníamos en este medio, porque íbamos y hacíamos una revista, y lo que habíamos estudiado no lo podíamos representar como artistas. Así que, que sigan pegando, que yo sigo siendo más fuerte», cerró.
Pero, al finalizar la ceremonia, Diwan fue a increpar al sindicalista y sólo su mujer, Gisela Bernal, y el personal de seguridad pudieron evitar que todo terminara a las piñas.