La desvergüenza del gobernador llega al extremo de disponer para su campaña política el dinero que debería destinarse al mantenimiento de las escuelas.
Como en su época de deportista Daniel Scioli se convenció de que la mejor forma de asegurarse el triunfo es…correr sólo. He hizo de la realidad una categoría en la que él sólo está habilitado a competir.
La polémica por las deficiencias edilicias en los establecimientos educativos dependientes de la provincia de Buenos Aires en Mar del Plata continúa. El principal foco de la problemática se lo lleva la escuela nº 2, ubicada en Dorrego 633 y clausurada por la justicia hace ya tres meses, sin soluciones provistas por el gobierno de Scioli hasta este entonces.
En medio de la polémica entre un grupo de padres que asumieron la tarea de refaccionar el colegio y la asociación cooperadora de la institución que no los reconoce, apareció el edil radical Maximiliano Abad, que criticó en duros términos la gestión del gobernador en materia educativa y reclamó una pronta intervención dado “la urgente situación de nuestras escuelas y el obsceno gasto en publicidad de su gestión y su figura en todos los balnearios de la costa atlántica”.
En octubre pasado, el juez Néstor Salas dispuso el cierre de la institución por las malas condiciones en las que se hallaba. Noventa días después, vencido el plazo dado por el magistrado para concretar los arreglos necesarios, un grupo de padres decidió realizar las tareas de refacción. “Con el apoyo de donaciones de empresas de la ciudad, están efectuando una obra de pintura en la escuela, sin ningún tipo de acompañamiento y acción de la provincia, mientras vemos un gasto criminal pintando de naranja la costa, artistas invitados por la provincia y un parque de diversiones gigante, el Gobernador no tiene vergüenza” fustigó Abad.
Lo cierto es que mientras Scioli pasea, gasta dineros públicos en promocionarse y compra voluntades por doquier, las escuelas de la provincia se caen a pedazos y son los propios padres de los alumnos los que deben hacerse cargo de ponerlas en condiciones.
¿Alguna vez el naranja se pondrá colorado?.